Para el católico de a pie, la receta para una verdadera conversión ecológica la tiene clara: leer ‘Laudato si”. “Cuando uno empieza a leerla se le caen los prejuicios de una ecología verde. El Papa no es un técnico ni un científico. No pretende dar soluciones técnicas, lo que da es un mensaje de esperanza”, ha reconocido Eduardo Agosta, carmelita argentino experto en variabilidad climática, en el foro ‘La cumbre del cambio climático y el cuidado de la Casa común’, que acoge el auditorio de la Fundación Pablo VI en Madrid.
Por su parte, Eduardo Agosta, ha recordado en su intervención que “no es mucho el tiempo que tenemos por delante para tomar decisiones drásticas”. Por eso, ha invitado a actuar para que las generaciones futuras “vean en nosotros a la generación que hizo algo por ellos”.
“En París se dio carácter de peso a la comunidad científica, pero la inercia política es a veces una fuerza contraproducente”, ha explicado, para luego pedir, con los datos en la mano, que los políticos “tomen cartas en el asunto”, porque “el cambio climático es una realidad”.
Para el religioso carmelita, que trabaja en el Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, la humanidad “tiene capacidad” de acción. El Papa “nos recuerda en la encíclica que tenemos la inteligencia para generar y encontrar soluciones”, ha señalado.
“Laudato si’ es una encíclica clásica”
‘Hacia una ecología integral’ es el título de la mesa que el carmelita ha compartido con Jaime Tatay, profesor de Ecología y Ética de la Universidad Pontificia Comillas. De esta ecología integral, Tatay puede dar cuenta a través del espacio que EcoJesuit, plataforma de comunicación y promoción de ecología de la Compañía de Jesús, tiene en la Zona Azul de la COP25. Concretamente, en este espacio habrá antes de concluir la Cumbre un encuentro interreligioso.
“Volver a apreciar la creación es volver a las fuentes. ‘Laudato si’ es una encíclica nueva, pero a la vez muy clásica, porque nos retrotrae a la Biblia, en donde se nos llama a un acceso privilegiado a Dios por medio de la creación”, ha dicho Tatay.
El ingeniero de Montes ha pedido no pecar de negacionistas ni de catastrofistas, porque “son dos caras de la misma moneda”. “Ambas posiciones llevan a la parálisis, y la propuesta cristiana –compartida por la mayoría de las religiones– es la de ofrecer una esperanza lúcida, pero sin ser ingenua”.
Asimismo, ha indicado que los católicos deben insistir no solo en la esperanza, “sino en poner énfasis en los casos de éxito”, porque “poner el énfasis solo en los problemas no es una buena estrategia”. “Hay muchas soluciones posibles”, ha remarcado.