No al “capitalismo verde”. Esta ha sido la llamada del secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, durante su intervención en la apertura del foro ‘La cumbre del cambio climático y el cuidado de la Casa común’, que ha comenzado esta mañana en el auditorio de la Fundación Pablo VI en Madrid.
“Existe un riesgo: el sistema económico dominante tiene capacidad de aprovechar las buenas intenciones, manipularlas, para comenzar una nueva fase del capitalismo global, para que el capitalismo verde se convierta en el sistema dominador”, ha alertado Argüello.
Al mismo tiempo, el secretario de los obispos también ha recordado otro riesgo al que nos enfrentamos. “Las corrientes ecológicas han advertido que la especie humana es la que supone el problema, y ante la dificultad de poder perder nuestra posición en el mundo, lo mejor es reducir el número de humanos”, ha denunciado. Y es que “no es mejor que haya menos comensales en la mesa común que es la humanidad”, ha enfatizado.
Una acción “integral”
Ante esta cuestión, Argüello ha reclamado una propuesta “integral” que aúne “la dignidad de cada persona, hombre y mujer, y una el clamor de la tierra y de los pobres” para “dejar a las futuras generaciones una humanidad más justa”.
Del mismo modo, el secretario y portavoz del Episcopado ha indicado que el papa Francisco vincula la propuesta de conversión ecológica a la economía y la educación. Por ello, ha convocado el encuentro sobre la Economía de Francisco en Asís para “reflexionar junto a los jóvenes sobre una economía nueva que no sea una fase del capitalismo global llamado ahora capitalismo verde”. Y esto, “está relacionado también con el Pacto Mundial por la Educación”, ha remarcado.
Tomando la encíclica ‘Laudato si” como marco, Argüello ha insistido en que “todo está conectado”. “Desde una perspectiva católica, tenemos la capacidad de poner todo en relación. Desde el lado verde de la encíclica, que es la ecología; el lado rojo, que es la denuncia de la cultura del descarte; y el lado azul, que es la también denuncia de la colonización ideológica”, ha explicado.
Dar importancia a lo pequeño
En este sentido, ha agregado que “la perspectiva católica se concreta cuando damos importancia a lo pequeño, en las pequeñas cosas de cada día. Porque en nuestra decisión a la hora de ir al mercado es dónde se va jugando nuestro camino”.
Por último, Argüello ha pedido que “la propuesta del Papa, desde la fraternidad que compartimos, sea una manera de arrimar el hombro en esta ciudadanía común que compartimos, para avanzar en favor de la dignidad humana, del bien común y del cuidado de la creación”.