Hoy, 16 millones de argentinos viven en la pobreza y 3,6 millones en la indigencia
A pocos días de la asunción del nuevo gobierno, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, presentó un avance del informe “Deudas sociales y desigualdades estructurales en la Argentina”, informe que comprende el período 2010-2019, y que pretende ser un aporte para el desarrollo humano integral.
El encuentro fue encabezado por el rector de la UCA, Miguel Ángel Schiavone; el director de Investigación del Observatorio, Agustín Salvia; y el director Ejecutivo del Observatorio Fiscal Federal, Luciano Di Gresia.
Estuvieron presentes; Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires y responsable de la pastoral de villas; el futuro ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; Martín Casares, jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; los diputados nacionales Eduardo Amadeo y Graciela Camaño, y otros dirigentes y funcionarios del ámbito eclesial, político y social.
Con esta presentación, el equipo de la Deuda Social intenta llamar la atención sobre algunos de los efectos regresivos acumulativos que generan ante la falta de políticas sustentables de desarrollo económico, social y ambiental.
El rector Schiavone expresó que estos resultados públicos se ponen a disposición de los gobernantes para que planifiquen y monitoreen sus acciones, y de la sociedad para que tenga elementos para evaluar el desempeño de estas acciones. Según su opinión, las decisiones deben tomarse a partir de datos y de cifras, no así de opiniones.
Los resultados de la muestra dan cuenta de una brusca tendencia negativa en las condiciones económicas de los hogares del año 2017. Las causas de este deterioro tiene que ver con las reiteradas devaluaciones, el aumento de la inflación, el estancamiento, el aumento del desempleo y las medidas de ajustes acordadas con el FMI.
En este contexto, los ingresos laborales y no laborales de los hogares de sectores medios bajos quedaron por debajo de los aumentos de los precios de bienes y servicios de consumo básico.
Los hogares con nivel de pobreza, en el tercer trimestre de este año, son el 32,1%, lo que afecta a un 40,8% de las personas. El nivel de indigencia alcanza un 6,5% de los hogares y un 8,9% de las personas. Se trata, en ambos casos, de los valores más altos de la década. En números reales, 16 millones de argentinos viven en la pobreza y 3,6 millones en la indigencia.
El dato más duro lo ofrece el sector de la infancia y la adolescencia: el 59,5% es alcanzado por la pobreza, lo que representa 7 millones de hogares.
En la presentación, el director del Barómetro, Salvia, ratificó que el objetivo que tienen es contribuir, gobierne quien gobierne. “No nos interesa colaborar en la construcción de ningún relato político. No queremos ser cooptados por ningún gobierno ni ningún discurso, sino construir un mejor saber para un mejor hacer”. Por este motivo, elevaron diagnósticos y alternativas de políticas que pueden ser las más adecuadas o no.
Esta muestra, además de medir las tasas de pobreza y de indigencia, incorpora una medición que contempla el acceso a la alimentación, la salud y la educación, empleo, seguridad social, servicios básicos, entre otros.
En la encuesta se realiza con una selección sistemática de viviendas, de hogares y de población (5760 hogares). Se complementa con un módulo de infancia que se aplica para los miembros del hogar menores de 18 años.
El universo geográfico abarca grandes y medianos aglomerados urbanos, a lo largo de todo el país: Buenos Aires (Área Metropolitana), Córdoba, Rosario, Mendoza, Salta, Neuquén, Plottier, Cipoletti, Mar Del Plata, Salta, Tucumán, Tafí Viejo, Paraná, Resistencia, San Juan, Zárate, La Rioja, Goya, San Rafael, Comodoro Rivadavia, Ushuaia y Río Grande.