Es la fiesta religiosa más multitudinaria en Chile. Miles de personas acuden a los santuarios dedicados a la Inmaculada Concepción, y donde no los hay se celebran liturgias especiales. Este año, con mayor razón, para responder al llamado hecho al término de su asamblea plenaria por todos los obispos de Chile.
“Invitamos a vivir en todo el país y en cada diócesis un gran día de oración por Chile el próximo 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, en que consagraremos el país a la protección maternal de la Virgen María en todas nuestras celebraciones eucarísticas, rezando la Oración por Chile”, dijeron los obispos en su mensaje “¡Ven, Señor Jesús!” a mediados de noviembre.
Justicia y Paz
Las diócesis acogieron ese llamado con celebraciones especiales. Los santuarios dedicados a la ‘Purísima’ fueron punto de llegada para miles de peregrinos. Destaca ‘Lo Vásquez’ un pequeño templo junto a la carretera, a 35 kilómetros de Valparaíso y 85 de Santiago donde llegaron 800 mil devotos, muchos caminando. Con el lema “Contigo Virgen María, portadores de Justicia y de Paz”, se celebraron 30 Misas entre el 7 y el amanecer del 9.
El Rector del Santuario de Lo Vásquez, Andrés Valenzuela, dijo que este “es un año distinto, un año que a todos nos preocupa, no tan solo la Iglesia Católica, también las otras conferencias religiosas han manifestado esta preocupación. El llamado de todos los credos religiosos y también el llamado a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, es que colaboremos por la instauración de la paz, de la concordia, de la unidad para nuestra región y para nuestro país. Todos podemos colaborar y aportar a aquello y ciertamente que desde la fe podemos pedir también la protección de Dios”.
Por su parte, el Administrador Apostólico de Valparaíso, obispo Pedro Ossandón dijo que “la Virgen nos dice que es posible la unidad de todos los chilenos y que aprendamos a dialogar. Es posible que nos escuchemos todos atentamente, que podamos ser portadores de misericordia, por lo tanto, portadores de esperanza. Chile necesita mucha esperanza y ella viene cuando nosotros verdaderamente profesamos una fe en un Dios que nos enseña que es posible reconciliarnos, pedirnos perdón y juntos escuchar el grito de los pobres, la deuda social y proyectar un país que se comprometa con el bien común”, afirmó el obispo Ossandón.
Futuras generaciones
En Concepción, el arzobispo Fernando Chomalí, ofreció la Eucaristía “por nuestros problemas, debilidades, errores, y nuestros pecados, para que el Señor los convierta y nos ayude a vivir conforme a su voluntad y no la nuestra. Para que nos ayude, a todos a construir el país que le queremos dejar a las futuras generaciones”.
En Chillán, su Administrador Apostólico, el padre Sergio Pérez de Arce, presidió la Eucaristía en el atrio de la Catedral, en la Plaza de Armas, ante cientos de fieles. En su homilía expresó que la paz es fruto de la justicia y requiere del diálogo y del respeto a los derechos humanos.
Con una historia centenaria, el pequeño templo de La Compañía, en una localidad rural, también está dedicado a la Inmaculada. Llegaron unos dos cientos mil peregrinos de toda la Región de O’Higgins en peregrinación, durante la noche del sábado y todo el domingo. Ese templo fue construido en 1758 por los jesuitas, propietarios de la Hacienda La Compañía, y se mantuvo hasta el terremoto de febrero del 2010 que lo destruyó completamente. Reconstruido manteniendo su diseño original, ha vuelto a ser punto de llegada para peregrinos que vienen a expresar su fe con oración, penitencia y canto a lo divino.
