El Papa quiere una escuela católica que eduque a futuros ciudadanos implicados en la sociedad. Es el mensaje que Francisco ha lanzado esta mañana a quienes forman parte de la organización A Chance in life (Una oportunidad en la vida), entidad fundada por John Patrick Carroll-Abbing, un sacerdote irlandés que supo buscar alternativas de futuro para los niños huérfanos de la Segunda Guerra mundial.
Durante la audiencia que mantuvo con ellos en los palacios apostólicos, Francisco elogió sus iniciativas dirigidas a niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad lo mismo en Italia que en Bolivia, Colombia, Guatemala y Perú. En este sentido aplaudió los esfuerzos por permitir que se pueda “realizar plenamente el proyecto que Dios tiene en cada uno de ellos”.
En este sentido, les animó a continuar en el actual proceso de renovación que están viviendo como entidad desde “una fidelidad creativa al carisma original” con una mirada puesta en la encíclica Laudato si’.
“Es esencial educar a las nuevas generaciones para una ciudadanía activa y participativa, que se centre en la persona y al mismo tiempo cuide el medio ambiente”, les recomendó el Papa.
Desde ahí, les alentó a tener en cuenta “la innovación tecnológica” como un elemento imprescindible para promover una educación en igualdad siempre y cuando su uso “esté bien motivado”.