El Vaticano está viviendo un ‘otoño caliente’ en el ámbito financiero que para Carlo Marroni, vaticanista de Il Sole 24 Ore, el diario económico más importante de Italia, refleja cómo es en este terreno “donde se están produciendo los nuevos equilibrios políticos internos” dentro de la Santa Sede, “pese a que el papa Francisco trata de alejar esta idea” en sus intervenciones públicas.
En un encuentro celebrado este lunes en la sede de la asociación de corresponsales extranjeros en Roma, Marroni utilizó esta clave de lectura para explicar los acontecimientos que se han sucedido en los últimos meses en este campo. Destacan la investigación abierta por la Fiscalía vaticana por una inversión sospechosa en un edificio en Londres con un fondo de la Secretaría de Estado y las noticias sobre el supuesto riesgo de bancarrota en las cuentas de la Santa Sede.
Se han producido además dos recientes nombramientos muy significativos: el del jesuita español Juan Antonio Guerrero como prefecto de la Secretaría para la Economía y el del italiano Carmelo Barbagallo como presidente de la Autoridad de Información Financiera (AIF).
“Ha sido una estupenda designación. Es un profesional que ya conocía antes la AIF”, afirmó sobre Barbagallo Mimmo Muolo, vaticanista de Avvenire, diario editado por el episcopado italiano, y autor del libro ‘I Soldi della Chiesa’ (El dinero de la Iglesia, editado en italiano por Paoline). A su juicio, la labor de este organismo instituido para luchar contra el blanqueo de capitales refleja la “revolución en la gestión económica” vivida en la Santa Sede durante la última década para conseguir una mayor transparencia y eficiencia.
No obstante, los problemas han seguido apareciendo en este ámbito a consecuencia de que las diversas instituciones vaticanas “han actuado como mejor pensaban y confiando en quien querían”, sostuvo Marroni. Para tratar de darle la vuelta a esta situación, desde el principio del pontificado se lleva estudiando la centralización de la gestión y del control financiero, un objetivo que aún no se ha alcanzado del todo. “Ya no se habla de la reforma financiera, pero todavía no ha acabado”, destacó el informador de ‘Il Sole 24 Ore’.
Muolo y Marroni coincidieron al destacar la importancia del nombramiento el pasado domingo del cardenal filipino Luis Antonio Tagle como nuevo prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el ‘ministerio’ vaticano que se encarga de las tierras de misión, más conocido como Propaganda Fide. El periodista de ‘Avvenire’ consideró que era “simplista” decir que Francisco indicaba quién podría ser su favorito en un eventual cónclave al designar a Tagle para un cargo de tanta importancia.
“El Papa ha puesto a un pastor al frente del dicasterio responsable de la Iglesia misionera. Tagle tiene un perfil totalmente distinto al de su sucesor, el cardenal Filoni, que venía del cuerpo diplomático”, subrayó Muolo. Marroni, por su parte, destacó la mayor “visibilidad” que el joven purpurado filipino tendrá a partir de ahora y el hecho de que parte de su familia provenga de China.
“En un momento de gran atención a Pekín después del acuerdo del año pasado, el Papa pone al frente de Propaganda Fide a un cardenal asiático en sustitución de Filoni, que al parecer no era favorable al acuerdo. El nombramiento tiene un peso geopolítico importante”, consideró el vaticanista de ‘Il Sole 24 Ore’.