El profesor Gerardo Ferrara ha tratado de desmontar, en un acto organizado por Centro Académico Romano Fundación CARF, la “más grande ‘fake news’ de la historia” explorando en la historiografía islámica sobre la figura de Mahoma. En una conferencia titulada ‘Jesús o Mahoma: ¿quién tiene razón?’, el experto se ha preguntado “¿Quién era realmente Mahoma? ¿Y fue la historia de la “revelación”, que se extendió por todo el mundo a partir de él con el nombre de Islam, realmente la historia de un malentendido, de una fake news?”
Partiendo del contexto histórico de la Arabia en la que nace y crece el profeta del islam, Ferrara describió como “la religiosidad de los nómadas y sedentarios de la Arabia preislámica era puramente fetichista” como se refleja hoy en día en el carácter sagrado que se le da a la Piedra Negra, engastada en una pared de la Kaaba en La Meca. En este contexto, los datos de Mahona no son extensos hasta la llamada hégira, en el 622, cuando Mahoma se desplaza a Medina donde, años más tarde tendrá con una concubina copta cristiana su único hijo tras tener otras esposas e hijas.
“Cuando él ya tenía alrededor de cuarenta años y abandonó el paganismo para adoptar, y comenzar a predicar, ideas monoteístas”, señala Ferrara, mostrándose cercano a la misma doctrina de judíos y cristianos. La revelación “en una cueva en el Monte Ḥīra, en las afueras de La Meca, el ángel Gabriel se le apareció con un paño de brocado en las manos” será el inicio de una religión nueva del todo aunque “la intención de Mahoma no era fundar una nueva religión, sino intentar restaurar la que, según él, era la pura y auténtica, primitiva fe, basada en Abrahán, quien para él no era cristiano ni judío, sino un simple monoteísta”.
Desde la perspectiva cristiana, Ferrara aplica la doctrina de la herejía como “palabra clave” que se desarrolla en los siglos previos al nacimientos del islam con la forma del arrianismo y el maniqueísmo o, posteriormente, la de la Reforma protestante y el modernismo. El islam, para un pensador como H. Belloc es “la herejía cristiana más particular y formidable, completamente similar al docetismo y al arrianismo, al querer simplificar y racionalizar máximamente, según criterios humanos, el misterio insondable de la Encarnación y con el calvinismo, al dar un carácter predeterminado de Dios a las acciones humanas”.
Para Ferrara, “Mahoma predicó la existencia de un Dios único, noble y omnipotente que solo pide obediencia y sumisión al hombre; Cristo, en cambio, a aquel mismo Dios lo hizo llamar ‘Padre Nuestro’, porque para él Dios era esencialmente Padre, así como Amor”.
“Mahoma se proclamó “Mensajero de Dios” y sello de los profetas; Jesús fue ante todo “Hijo” de Dios de una manera que nadie podía imaginar ante él, así que Dios fue para él “el Padre” en el sentido más riguroso del término, con la participación de la única naturaleza divina no solo del Hijo, sino también de todos los hombres que están unidos a él por el bautismo”, añade.