La exhortación postsinodal en la que el papa Francisco ofrecerá sus reflexiones tras el Sínodo de la Amazonía celebrado en Roma hace dos meses no se publicará como pronto hasta finales de enero o febrero de 2020. En su discurso conclusivo de los trabajos de la asamblea sinodal el pasado 26 de octubre, el Pontífice comentó que pretendía que el escrito estuviera terminado “antes de fin de año, de tal manera que no pase mucho tiempo”, advirtiendo no obstante de que todo dependía “del tiempo que tenga para pensar”.
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Diversas fuentes vaticanas confirmaron a ‘Vida Nueva’ que este texto magisterial, que recogerá las conclusiones del documento final del Sínodo, se encuentra aún en fase de elaboración, por lo que no han comenzado todavía las traducciones a los distintos idiomas en que será publicado de forma simultánea. La apretada agenda del obispo de Roma estos últimos dos meses, en los que además ha viajado a Tailandia y Japón, le ha impedido finalizar la exhortación postsinodal.
Contribución de O’Malley
En la última ronda de reuniones del Consejo de Cardenales, celebradas en Roma del 2 al 4 de diciembre, los purpurados que asesoran al Pontífice en la reforma de la Curia romana y en el gobierno de la Iglesia católica reflexionaron sobre este documento. El cardenal Seán Patrick O’Malley, arzobispo de Boston, ofreció algunas consideraciones acerca del texto, mientras que el purpurado Michael Czerny ofreció una relación sobre cómo fueron los trabajos de la asamblea sinodal.
Aunque el Papa señaló en el discurso conclusivo del Sínodo que había que evitar centrarse en “la cosita” y olvidarse “de lo grande”, hay un aspecto concreto del documento final que propició una gran controversia. Se trata del punto que abre la puerta a la posible ordenación sacerdotal de hombres casados con amplia experiencia como diáconos en algunos territorios. Fue rechazado por 41 padres sinodales, aunque 128 votaron en cambio a favor, por lo que fue aprobado.
“Más fundación evangélica”
En una reciente entrevista con esta revista, el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, reconoció que votó en contra de esta propuesta. “No pienso que esa cuestión sea una solución. En esto el Sínodo me ha decepcionado”, dijo el purpurado canadiense, advirtiendo que existe “un pesimismo sobre la capacidad de esas culturas de vivir el celibato. Es un prejuicio colonizador que no comparto”.
Ouellet también mostró su deseo de que la exhortación postsinodal del Papa tenga “más fundación evangélica que el documento final”, que según dijo le decepcionó porque planteaba la posible ordenación sacerdotal de hombres casados “en un modo más ideológico que evangélico”.
