Los obispos vascos e Iñigo Urkullu, coinciden en la necesidad de prestar ayuda a los refugiados. Los prelados se reunieron ayer por la tarde con el lehendakari para tratar temas de actualidad en el País Vasco y retos en el futuro para la sociedad, como la inmigración, la enseñanza concertada, los cuidados paliativos al final de la vida o temas de patrimonio, según recoge Europa Press.
Sobre la inmigración, el lehendakari informó a los cuatro prelados –Juan Carlos Elizalde, Vitoria; José Ignacio Munilla, San Sebastián; Mario Iceta, Bilbao, y su auxiliar, Joseba Segura– de las conclusiones de su visita al Vaticano en agosto, donde fue recibido por el papa Francisco. En Roma, ambos hablaron sobre el reto de los refugiado en Europa y compartieron la visión de fortalecer una “estrecha colaboración” entre el Gobierno vasco y la Iglesia.
“El objetivo compartido es acoger y sensibilizar de la importancia de no cerrarles las puertas a quienes vienen huyendo de guerras, hambre y violencia, y saber que hay que tratarles como ellos nos gustaría que nos tratasen a nosotros”, indicó Elizalde a la salida de la reunión, la cual ha estado marcada por un ambiente “afable y cordial”, con la presencia del secretario general para la Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, cercano a la diócesis de Bilbao.
Los mitrados y Urkullu coincidieron en desarrollar el Pacto Social Vasco para la Migración y se han emplazado a futuros encuentros sobre este asunto.
Sobre la enseñanza concertada, los obispos han pedido “respeto” y han puesto en valor lo “mucho que aporta la educación concertada a la sociedad en su conjunto”, según informó la Diócesis de Vitoria.
Otro tema en el que mostraron “mucho interés” tanto los obispos como Urkullu fue el final de la vida. Iceta, presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, entregó al Lehendakari varios ejemplares del documento que refuerza las tesis del cuidado y acompañamiento ante el final de la vida, donde se pone el énfasis en potenciar los cuidados y la calidad de vida de los enfermos en su etapa final.