El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, a través de un mensaje en Trece Televisión ha querido felicitar la Navidad a todos. El purpurado ha deseado “la dicha y la paz, una convivencia serena y gozosa entre todos” a ejemplo de la escena de Belén.
Blázquez ha invitado a contemplar al “Niño colocado en un pesebre” acompañado por María y José que es “el centro de estas fiestas”. “Sin el Niño de Belén no hay fiestas de Navidad”, ha reiterado. El también arzobispo de Valladolid ha señalado que “Navidad es una fiesta particularmente y entrañable, por eso los niños ocupan un lugar preponderante y es una oportunidad para que los padres entre sí, hijos y padres, hermanos también mutuamente… acrecienten y manifiesten la cordialidad” ya que la “Navidad es como una especie de alimente espiritual de la belleza y la salud de la familia”.
Blázquez ha invitado a descubrir “lo sencillo y lo bello” frente a los “enmarañado” de la vida. Haciendo referencia al intercambio de los regalos, ha invitado a mirar más allá del precio para valorar la “cordialidad” para que “el corazón hable al corazón” expresando “el amor y los cariños de unos a otros”.
El presidente ha tenido un recuerdo por quienes viven en una situación “de disgusto y de desamparo” y los que “temen la llegada de estas fiestas” como algunos “mayores, enfermos, ancianos…” Para ellos ha deseado que descubran “la compañía que bien a hacernos el Niño de Belén” que es “fuente de gozo y de paz”. También ha pedido ser sensibles a esta realidad para estar cercanos ante quienes “están a la intemperie” fuera del hogar.
El secretario de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, dirigió su felicitación a través de la Cadena Cope. En su mensaje, se ha referido a la celebración como “un hecho sorprendente” del que los cristianos “somos testigos”. Subrayando la importancia de la actualidad de la Navidad ha querido felicitar a cuantos “sientan que en su corazón tienen la necesidad de alguien que esté con ellos”, porque el Dios que nace es “una permanente compañía y consuelo que se hace especialmente cercana a través de amigos discípulos de Jesús”.
Para el obispo auxiliar de Valladolid, Jesús “trae también la salvación de dificultades, de conflictos”. Por eso ha invitado a que la Navidad sea una oportunidad para que se convierta en “una puerta para poder vivir el abrazo, la reconciliación en estos días”.