Francisco confía en que las nuevas generaciones de católicos sean capaces de “responder a los nuevos desafíos de nuestra sociedad, en particular los peligros que pesan sobre nuestra Casa común”. En el mensaje elaborado con motivo de la 42ª edición del Encuentro Europeo para Jóvenes promovido por la comunidad ecuménica de Taizé que acogerá durante esta semana la ciudad polaca de Breslavia, el Papa les llama a salir de sí mismos.
Así, pone como ejemplo Abraham para descubrir “la alegría en partir”, así como estar “listos para comenzar de nuevo, para dar testimonio del Evangelio”. Esta propuesta de Iglesia en salida implica, para el Papa, ir al encuentro “especialmente de los más desamparados e infelices”.
“No esperes hasta mañana para colaborar en la transformación del mundo con tu energía, tu audacia y tu creatividad”, les propone Francisco echando mano de la exhortación postsinodal Christus vivit y reiterándoles además que “ustedes son el ahora de Dios, que los quiere fecundos”.
Francisco recuerda en una carta enviada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, cómo Polonia, patria de Juan Pablo II, “es un país que tiene sus raíces en la fe”. “Son estas raíces las que han permitido que estas personas aguanten en grandes pruebas, cuando la esperanza se hizo añicos”, apunta el Pontífice.