En vísperas de Navidad, el Ayuntamiento de Roma ha anunciado que renovará por dos años el acuerdo con Cáritas Roma para destinar el dinero que se obtiene de las monedas que los turistas arrojan a la Fontana de Trevi. Solo en 2018 se recaudó un millón y medio de euros de la célebre fuente.
Se pone fin así a una agria polémica protagonizada por la alcaldesa Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas, que ha intentado en varias ocasiones que crearía una empresa municipal para gestionar esos fondos a diversos proyectos sociales que el consistorio designaría y al mantenimiento del patrimonio cultural. De esta manera, se rompía con la decisión del antiguo regidor Walter Veltroni que apostó en 2001 por donar estos fondos a Cáritas.
Esta decisión suponía un mazazo para la ong de la Iglesia, en tanto que las monedas de la Fontana de Trevi representaban el 15% de sus ingresos anuales en Roma. Ya entonces, la Iglesia anunció que este recorte implicaría reducir algunos de los servicios para los pobres en la capital italiana.
Eso sí, el Capitolio ha anunciado que tanto el dinero recaudado como las iniciativas de Cáritas en las que se invertirá, estarán publicadas en la web del Ayuntamiento en un ejercicio de transparencia informativa.