El papa Francisco ha rezado el ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San pedo con motivo de la Fiesta de la Sagrada Familia. En su reflexión, ensalzó la obediencia de María, la de José y la del mismo Jesús al plan de Dios y propuso a la familia de Nazaret como modelo para todas las familias de hoy. Ellos, señaló el Pontífice, se adhirieron “libre y responsablemente” al proyecto de Dios, toda la familia “estuvo totalmente disponible a la voluntad de Dios”.
Además, tras el rezo de la oración mariana, el Papa tuvo un recuerdo “por las víctimas del horrendo ataque terrorista de ayer en Mogadiscio (Somalia), en el que murieron más de 70 personas en la explosión de un coche bomba. Estoy cerca de todos los miembros de la familia y de aquellos que lloran su pérdida”, señaló pidiendo a todos que se uniesen en la oración del Ave María.
El pontífice subrayó la “docilidad” de María, que “como toda joven mujer de su tiempo, estaba a punto de realizar su proyecto de vida, es decir, casarse con José. Pero cuando se da cuenta de que Dios la llama a una misión particular, no duda en proclamarse su ‘sierva’”. Por ello, recordó el Papa, la grandeza de María viene “no tanto por su papel de madre, sino por su obediencia a Dios”, a pesar de las dudas o incomprensiones. Ella, recordó Bergoglio, “medita, reflexiona y adora la iniciativa divina” hasta el momento final en la Cruz.
La obediencia de José, para el Papa, no es con lo que dice, ya que el evangelio “no nos deja ni una sola palabra”, porque “él no habla, sino que actúa obedeciendo”. José, para el Papa, es “el hombre del silencio, el hombre de la obediencia”.
Comentando el evangelio del día, sobre la huida a Egipto, Francisco también tuvo un recuerdo para todas las familias que hoy se ven obligadas a salir de la propia tierra a causa de la represión, de la violencia y de la guerra. También Francisco presentó a Jesús cumpliendo el plan de Dios a lo largo de su infancia y su predicación ofreciendo su propia vida por el reino.
Pensando en las familias de hoy, el Papa recordó que en la familia de Nazaret “rezaban, trabajaban, se comunicaban”. Por ello, preguntó al auditorio: “¿Tú, en tu familia, sabes comunicarte, o eres como esos chicos en la mesa, cada uno con su teléfono móvil, chateando?”
Por ello, reclamó Francisco que “debemos reanudar la comunicación en la familia: padres, madres, hijos, con los abuelos, pero ¡comunicarnos! con los hermanos y hermanas, entre ellos… Es una tarea que hay que hacer hoy, precisamente en el Día de la Sagrada Familia”. “Que ellos sean modelo para nuestras familias, a fin de que padres e hijos se sostengan mutuamente en la adhesión al Evangelio, fundamento de la santidad de la familia”, concluyó.