Cristianismo y Justicia acusa a la “extrema derecha” de “secuestrar a la religión en favor propio”. Así lo manifiesta el centro español de estudios de la Compañía de Jesús dedicado a la reflexión social y teológica en su tradicional reflexión para fin de año: “Se sirve de ella para difundir lecturas duales, maniqueas o integristas”, explica en un documento en el que realiza una radiografía del actual contexto sociopolítica.
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De esta manera, la entidad jesuita llega a señalar cómo esta extrema derecha -sin citar formación política alguna, aunque con referencias implícitas a VOX- emplea “la religión de forma grosera”.
Deterioro de los derechos
“No podemos ser neutrales ante las proclamas contra los inmigrantes, contra el reconocimiento de las diferentes identidades, ni ante los llamados ‘discursos de odio’, contra el deterioro de los derechos civiles o contra la pérdida antropológica de la biodiversidad cultural y lingüística”, asevera Cristianismo y Justicia.
Incluso llega a afirmar que “no debemos admitir que se nos proponga sacrificar la democracia conseguida en aras de una seguridad aparente que solo oculta el beneficio a corto plazo para unos pocos, bien situados”.
La cuestión catalana
En el texto, aborda también la cuestión catalana para alertar de que “la democracia se pone en peligro cuando los políticos no son capaces de abordar las tensiones sociopolíticas”
En el documento, también constata que “queda patente la incapacidad de llegar a acuerdos entre las fuerzas políticas y la facilidad para romperlos unilateralmente”. Así, pone como ejemplo las cuatro elecciones legislativas en España en cuatro años o la falta de acuerdo en la lucha contra el clima. “La mirada a corto plazo imposibilita las renuncias necesarias para acometer proyectos duraderos”, asevera.
Individualismo posesivo
En esta misma línea, denuncia que vivimos en un “individualismo posesivo” que está rompiendo con los “los proyectos colectivos y un desinterés total por lo que afecta a todos”. Así, alerta de la proliferación de los “discursos del odio”, de la “violencia gestual” así como de “la manipulación de la información y de la opinión”. También denuncia el “obsceno despilfarro por quienes ostentan más poder” así como una desigualdad que “clama al cielo”. Así, repasa algunos de los principales dramas sociales como la soledad, los abusos o la violencia contra las mujeres.
Frente a esto Cristianismo y Justicia apuesta por un “desarrollo humano integral” que se plasma en los Objetivos de Desarrollo Sistenible de la ONU y establece la fraternidad como hoja de ruta: “La solidaridad –otro nombre de la fraternidad– promueve el desarrollo para el bien común”.
