Las 10 noticias religiosas más importantes de la última década

Con la llegada del 2020, surge espontáneamente el repasar algunos de los acontecimiento de la última década que pasarán a los anales de la historia. Vida Nueva repara 10 hechos históricos que han sido más decisivos en materia religiosa. 10 acontecimiento que pasará de las páginas de la revista o de la web a los libros de historia.

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1. Renuncia de Benedicto XVI

Ha sido objeto hasta de una película porque la renuncia de Benedicto XVI al pontificado el 11 de febrero de 2013 es, hasta ahora un hecho insólito. 598 años después que Gregorio XII, Benedicto XVI, en un consistorio de cardenales, señaló los motivos: “Tras haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino” y, por ello, “muy consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma, sucesor de san Pedro”.

En su última mis como Papa, Ratzinger confesó: “Dios me pidió dedicarme a la oración y a la meditación”. Desde entonces, tras un breve periodo en Castel Gandolfo se trasladó al convento ‘Mater Ecclesiae’, en los Jardines Vaticanos. Desde allí vive serenamente, rompiendo de vez en cuando su silencio prometido.

2. Un Papa venido del fin del mundo

 “La elección de Francisco fue una patada en el estómago para los europeos” ha declarado el cardenal Angelo Scola en un libro. El que fuera uno de los favoritos para suceder al papa alemán en una línea más o menos continuista, describe así la sorpresa que se produjo en la tarde del 13 de marzo de 2013 cuando, en la quinta votación fue elegido el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio. Era el primer papa americano, el primer papa jesuita.

“Sabéis que el deber del cónclave era dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo; pero aquí estamos. Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su obispo. Gracias”, señaló desde el balcón central de la basílica de San Pedro antes de pedir la bendición al pueblo para poder bendecirlo después. “Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad”, añadiría.

3. Un “acuerdo provisional” entre China y la Santa Sede

En septiembre de 2018 se ha materializado un acuerdo fraguado durante años entre el Vaticano y China, algo que lectores de la revista Vida Nueva conocían de cerca. Antoine Camilleri, subsecretario de Relaciones de la Santa Sede con los Estados, y Wang Chao, viceministro de Relaciones Exteriores de la República Popular de China, firmaron este acuerdo provisional centrado en el nombramiento de obispos.

En el comunicado del Vaticano se presenta como “el resultado de un enfoque gradual y recíproco, se estipula después de un largo proceso de negociaciones ponderadas y prevé evaluaciones periódicas sobre su aplicación”. Un acuerdo revisable y que “no es perfecto, pues pone límites a la libertad de la Iglesia, pero es el mejor acuerdo que podíamos conseguir hoy”; pero que puede ser el principio de un entendimiento mayor.

El Vaticano señaló que se trata “un asunto de gran importancia para la vida de la Iglesia, y crea las condiciones para una colaboración más amplia a nivel bilateral”, abriéndose las posibilidades de lograr un verdadero acercamiento con el gigante asiático, ya que permitiría acabar con la actual división entre los prelados y cristianos afines y controlados por la Asociación Patriótica Católica y la Iglesia clandestina formada por aquellos que han permanecido fieles a Roma y, por tanto, perseguidos por el régimen comunista. “Es una esperanza compartida que este acuerdo fomente un proceso de diálogo institucional fructífero y con visión de futuro y contribuya positivamente a la vida de la Iglesia Católica en China, para el bien del pueblo chino y para la paz en el mundo”, concluye el comunicado vaticano.

4. Siete sínodos en 10 años

La década ha sido bastante fructífera en lo que a sínodos se refiere. Además del impulso a la sinodalidad propiciado por el papa Francisco y con el voto de las mujeres como tema pendiente a corto plazo, la asamblea de obispos ha sido convocada en diferentes ocasiones. Del 4 al 25 de octubre se celebró la II Asamblea Especial para África convocada por Benedicto XVI y que tuvo por lema “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”. El documento ‘Africae munus’ se publicó con fecha 19 de noviembre de 2011.

La siguiente convocatoria fue la de la Asamblea Especial para Tierra Santa con el lema “La Iglesia en Medio Oriente: Comunión y testimonio” y que se reunió en el Vaticano del 10 al 24 de octubre de 2010. Benedicto XVI firmaría el 14 de septiembre de 2012 la exhortación apostólica ‘Ecclesia in Medio Oriente’.

El último sínodo que convocaría el papa alemán es la XIII Asamblea General Ordinaria dedicada a “la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana” y que se celebraría del 7 al 28 de octubre de 2012. Sin embargo, el texto papal lo firmaría ya Francisco. La exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium’ será la primera del nuevo Papa, firmada el 24 de noviembre de 2013.

Con Francisco llegarían después los dos sínodos de la familia: la III Asamblea General Extraordinaria sobre “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización” (5-19 de octubre de 2014) y la XIV Asamblea General Ordinaria con el título “Jesucristo revela el misterio y la vocación de la familia” (4-25 de octubre de 2015). La revolución de la pastoral familiar quedaría reflejada en la exhortación ‘Amoris laetitia’ del 19 de marzo de 2016.

La XV Asamblea General Ordinaria ha estado dedicada a “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” y se celebró del 3 al 28 de octubre de 2018 acortándose los plazos para esperar el documento del Papa: ‘Christus vivit’, firmado en la casa de María en Loreto el 28 de marzo de 2019.

El último sínodo ha sido la Asamblea Especial para la región Panamazónica (“Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”) del 6 al 27 octubre de 2019, en el que se han debatido cuestiones consideradas hasta ahora tabú.

5. Una encíclica ecologista

Formalmente, la primera encíclica de Francisco es ‘Lumen Fidei’ del 29 de junio de 2013, si bien no es más que una forma de completar la trilogía de Ratzinger sobre la caridad y la esperanza con una presentación de la fe.

Por ello, la repercusión que ha tenido ‘Laudato si’’ se explica al tratarse de la primera encíclica ecologista de la historia. Firmada el 24 de mayo de 2015, Francisco ha incorporado a su magisterio cuestiones como el “cuidado de la casa común” o conceptos como “ecología integral”. Todo ello haciendo la voz de la Iglesia, que contempla en la naturaleza la creación de Dios, en diferentes foros internacionales. El cuidado del planeta es, para Francisco, una forma de velar por la dignidad de las personas.

6. La década de los refugiados

“La injusticia los obliga a atravesar desiertos y mares, transformados en cementerios. La injusticia los fuerza a sufrir abusos indecibles, esclavitudes de todo tipo y torturas en campos de detención inhumanos. La injusticia les niega lugares donde podrían tener la esperanza de una vida digna y les hace encontrar muros de indiferencia”, era la denuncia de Francisco en el mensaje Urbi et Orbi de la Navidad. En esta década el Mediterráneo se ha convertido en un auténtico cementerio que se ha cobrado la vida de tantos refugiados de Oriente Medio y de África. Los viajes de Francisco a la isla de Lampedusa (2013) o a la de Lesbos (2016) dan buena cuenta de esta realidad a la que Europa ha respondido con el auge de los populismos o simplemente con la indiferencia.

7. Los papas del concilio, Pablo VI y Juan XXIII, santos

En esta década, el papa Francisco ha consolidado el rumbo conciliar frente a las resistencias internas. El pontífice argentino ha canonizado a los dos papas del concilio: Juna XXIII y Pablo VI.

La canonización del ‘Papa bueno’ –y la de Juan Pablo II– fue el 27 de abril de 2014, en la octava de Pascua de ese año. 1 millón de fieles acudieron a una cita en la que Francisco, en su homilía, recordó que “en la convocatoria del Concilio, san Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado, guiado por el Espíritu. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; por eso me gusta pensar en él como el Papa de la docilidad al Espíritu santo”.

El 14 de octubre de 2018, junto al obispo salvadoreño Óscar Romero, el papa Francisco canonizó al papa Pablo VI. En su homilía, Bergoglio recordó que el pontífice “gastó su vida por el Evangelio de Cristo, atravesando nuevas fronteras y convirtiéndose en su testigo con el anuncio y el diálogo, profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres”. Francisco aplaudió que el “sabio timonel” del Vaticano II, “aún en medio de las dificultades e incomprensión, testimonió de manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús”. Destacó además cómo llamó a todos a vivir la “vocación universal a la santidad, no a media, sino a la santidad”.

8. Acuerdos para el encuentro

Tras el avance, en décadas posteriores, en el ecumenismo de la reflexión teológica y las declaraciones doctrinales, esta ha sido la década del ecumenismo de los gestos y de la sangre. El papa Francisco participó en una oración ecuménica en la catedral luterana de Lund (Suecia) el 31 de octubre de 2016, al cumplirse el 5º centenario de la reforma protestante. Además el 21 de junio de 2018, el pontífice visitó en Ginebra la sede del Consejo Mundial de las Iglesias en Suiza.

Con la Iglesia ortodoxa rusa, el 12 de febrero de 2016, el papa Francisco firmó una declaración sellada con un abrazo con el patriarca Kirill en el aeropuerto de La Habana camino de México. Con el patriarca copto Tawadros II es frecuente la relación y queda para la historia ecuménica el encuentro en Egipto el 28 de abril de 2017.

Más allá de las confesiones cristianas, el diálogo con el islam ha dado frutos insospechados –tras un no feliz ejemplo en el famoso discurso de Benedicto XVI en Ratisbona en septiembre de 2006–. El encuentro en la universidad Al-Azhar de El Cairo con Ahmed al Tayyeb y la declaración sobre sobre la fraternidad humana de Abu Dabi son buena prueba de ello. “El viaje a Emiratos Árabes abre una nueva página en el diálogo entre cristianismo e islam”, dirá Francisco a la vuelta de este viaje.

9. Encuentro en el Vaticano contra la pederastia

La convocatoria, en febrero de 2019, de todos los presidentes de conferencias episcopales para una cumbre en el Vaticano para la prevención de los abusos en el clero ha sido un salto cualitativo en los pasos que la Iglesia ha dado en la última década al respecto.

La Tolerancia Cero que comenzó a tomar una forma muy determinada con Benedicto XVI ha toma cuerpo definitivo en la lucha de Francisco con los abusos, a pesar de las filtraciones y las guerras internas eclesiales. Así lo han demostrado las determinaciones del Papa sobre Chile, los encuentros continuos con las víctimas, el desarrollo de la comisión de protección de los menores, el acto penitencial en la misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias de Dublín o la carta a todo el pueblo de Dios sobre el tema…

10. El aumento de los cristianos perseguidos

El final de la década nos dejará más de 245 millones de cristianos en países donde la persecución es alta, muy alta o extrema. Según un informe del Parlamento Europeo, “los cristianos son actualmente el grupo religioso más acosado e intimidado en el mundo. En algunas partes del mundo, comunidades religiosas enteras amenazan con desaparecer o huir”. Según los datos del ‘Pew Research Center’ estadounidense, que examina anualmente el panorama religioso mundial, la libertad de religión de los cristianos se viola en 144 países.

Según Ayuda a la Iglesia Necesitada, los puntos más calientes contra el cristianismo son Corea del Norte, Arabia Saudí, Afganistán, Eritrea y Nigeria. El crecimiento del fundamentalismo, sobre todo de origen islamista; y el nacionalismo religioso –como ocurre en China y Corea del Norte, junto con casos como el ultranacionalismo indio– son las causas de estos brotes continuos de persecución.

En un encuentro en Bari, al sur de Italia, el 7 de julio de 2018, con líderes de todas las confesiones cristianas, el papa Francisco denunció que “sobre Oriente Medio se ha ido concentrando una densa nube de tinieblas: guerra, violencia y destrucción, ocupaciones y diversas formas de fundamentalismo, migraciones forzosas y abandono, y todo esto en medio del silencio de tantos y la complicidad de muchos. Existe el riesgo de que se extinga la presencia de nuestros hermanos en la fe, desfigurando el rostro de la región, porque un Oriente Medio sin cristianos no sería Oriente Medio”. La declaración de este encuentro da buena cuenta de la preocupación de las iglesias.