Orlando Olave Villanueva, obispo de la diócesis de Tumaco, una de las jurisdicciones afectadas por la violencia en Colombia, en su mensaje de fin de año ha expresado que siguen siendo testigos de “la vida, la esperanza y la fe de nuestros pueblos” tal como lo ha pedido el papa Francisco.
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Con las palabras del Sumo Pontífice, el obispo de Tumaco ha recordado que el compromiso “no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia lo que el espíritu moviliza, no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro considerándolo como uno consigo”.
“Nos duelen los atentados”
Tumaco es un municipio del departamento de Nariño, al suroccidente del país, donde hubo conmoción en plena víspera de Navidad tras el asesinato de la líder social Lucy Villarreal, razón por la cual el prelado ha aseverado que “nos duelen los atentados contra la vida de las personas y comunidades como consecuencia de la violencia fratricida que sigue presente en nuestros territorios”.
Asimismo ha expresado su pesar por “los niveles sistemáticos de pobreza marginación y abandono en las que viven muchas de nuestras comunidades” como también ha pedido abogar por algunos alcaldes que han sido destituidos y privados de libertad sin el debido proceso, por ello pide “respeto a la honra y bien de cada gobernante”.
Garantizar una vida digna
Al mismo tiempo ha agradecido en primera instancia a Dios por “los diversos signos de la vida, de reconciliación y de fe de tantos hombres y mujeres, que durante este año nos han ilusionado en que pudimos entre todos construir un Pacífico nariñense reconciliado y en paz”.
También aprovechó la oportunidad para agradecer a quienes a través de “los distintos proyectos y procesos sociales que han sembrado organización y desarrollo en nuestras comunidades”, por lo cual ha pedido a las autoridades militares y policiales para que “se esfuercen cada día por garantizar la vida de todos los habitantes de nuestra diócesis”.
“Insistimos en la vida digna para todos e invitamos a cada persona, comunidades, organizaciones, iglesias, autoridades y gobernantes a continuar tenazmente construyendo relaciones, proyectos y procesos que generan esperanza y reconciliación en esta tierra bendita del pacífico nariñense”, concluyó.
Foto: Diócesis de Tumaco
