Sergio Requena: “La media de edad de los seminaristas ha aumentado”

  • El director de Seminarios de la CEE reconoce que “la pastoral vocacional también está destinada a adultos”
  • “Los seminarios menores siguen siendo necesarios en España”, asegura el sacerdote

Sergio Requena, director de Seminarios de la Conferencia Episcopal Española

La Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades de la Conferencia Episcopal Española ha inaugurado hoy en Madrid el curso para formar a los nuevos formadores de seminarios, que concluirá el próximo día 4. Sobre la formación en el ámbito de los seminaristas reflexiona Sergio Requena, director de la Comisión, en entrevista con Vida Nueva.

PREGUNTA.- A la luz de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis ‘El don de la vocación presbiteral’, ¿cuáles podrían ser tres características fundamentales para cualquier formador de nuevos sacerdotes?

RESPUESTA.- Deben de estar bien capacitados para la tarea que se les encomienda, y entre las características más importantes por las que han de sobresalir diría que la primera, es que sean hombres de fe firme y que eduquen más por lo que son que por lo que dicen; segundo, que estén bien dotados de cualidades personales, entre ellas madurez afectiva, buena preparación doctrinal, experiencia y honda formación espiritual; y tercero, que estén abiertos a aprender, con capacidad de diálogo y escucha.

P.- En una sociedad alejada del mensaje cristiano, ¿se están dando actualmente más vocaciones tardías que en épocas anteriores?

R.- De esas franjas de edad hay un número creciente que se sienten llamados al sacerdocio, es un hecho que la media de edad ha subido, por qué entre otras cosas se ha retrasado la edad en la que se toman las grandes decisiones en la vida. La pastoral vocacional tiene también como destinatarios a hombres adultos.

P.- ¿Qué papel juega hoy la formación continua en la vida sacerdotal?

R.- La formación permanente es un proceso continuo de crecimiento integral que cubre todas las dimensiones del sacerdote: humana, espiritual, intelectual y pastoral. Por tanto, no puede ser algo que se dé de manera puntual, o en un periodo determinado, el sacerdocio es una realidad viva y dinámica. Los años de seminario son pocos comparados con toda una vida sacerdotal en los que debemos de continuar nuestra formación en el cultivo de la fe, la caridad pastoral, las virtudes teologales, la madurez humana y la profundización teológica y pastoral.

P.- ¿Siguen teniendo futuro los seminarios menores en España?

R.- Por supuesto que sí. Nos enfrentamos a importantes desafíos educativos y evangelizadores que vienen provocados por una propuesta antropológica que trasmite una visión del ‘hombre sin vocación’. Eso hace muy necesarias iniciativas e instituciones educativas que promuevan una cultura vocacional y ayuden a las familias  a descubrir el plan que Dios tiene para sus hijos. Este es el lugar de nuestros seminarios menores, y de todas aquellos proyectos que llevemos adelante para ayudar en el discernimiento vocacional a las nuevas generaciones.

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