A sus 92 años y después de 6 años de su renuncia como Papa, Benedicto XVI ha concedido una entrevista a la radiotelevisión bávara BR en la que ha comentado algunos aspectos de su vida cotidiana en el monasterio Mater Ecclesiae. El pontífice emérito ha confesado que sigue una estricta rutina en su día a día de retiro. Acompañado siempre por Georg Gänswein, su voz es muy débil y tiene grandes dificultades para caminar, según el periodista Tassilo Forchheimer, artífice de la exclusiva. Un programa de media hora en el que se ofrecen diversos testimonios y recuerdos del papa alemán.
Sobre la salud conversan los miembros de la casa. “Yo solía tener una gran voz, Ahora ya no funciona”, lamenta el papa Ratzinger, a lo que el arzobispo Gänswein apunta: “Benedicto es un hombre de 92 años, con la mente clara, por supuesto; pero que ya ha perdido bastante de su fuerza física”.
La ‘jubilación’ de Benedicto está marcada por un estricto horario. A las 7.30 h. tiene la primera cita en la capilla del pequeño monasterio que ocupa, donde celebra la misa con Georg Gänswein y las consagradas que se ocupan de la casa. la jornada tiene mucho tiempo de despacho, rodeado de libros que “parece una biblioteca”, asegura Forchheimer. “La vida del profesor de teología Joseph Ratzinger se refleja en miles de libros; dice que para él todas las etapas de su vida están contenidas en los libros y con ellos trata todos los días”, asegura.
Baviera también está muy presente en la vida del papa emérito. Muchos objetos y cuadros remiten a la región natal de Ratzinger. Una cuadro de Nuestra Señora de la Marienplatz de Munich, un corazón de pan de jengibre, un dibujo de Marktl am Inn –lugar de su nacimiento– en el comedor… son algunos de los detalles que ha desvelado la radio bávara. “Siempre estoy muy unido a Baviera y siempre encomiendo nuestro estado al Señor cada la noche”, confiesa el papa emérito a los micrófonos de BR. Además, aunque sus cocineras son italianas, ya conocen los secretos de la gastronomía alemana.