Finalizada la celebración de la eucaristía, el papa Francisco ha rezado el ángelus con los fieles reunidos en una colorida Plaza de San Pedro en el día de la Epifanía del Señor. En su reflexión antes de la oración mariana, el pontífice comentó la parte final del evangelio del día en el que los Magos de Oriente vuelven a si tierra evitando a Herodes. “Se pusieron en marcha de nuevo sin demora para volver a su tierra. Pero ese encuentro los cambió. Vieron un rey diferente, un rey ‘que no es de este mundo’, manso y humilde, pero indicado de acuerdo con las estrellas y las Sagradas Escrituras”, señaló el Papa.
“El encuentro con Jesús no frena a los Reyes Magos, al contrario, les da un nuevo impulso para volver a su país, para contar lo que vieron y la alegría que sintieron”, prosiguió el pontífice. para Francisco, este es “el estilo de Dios, su modo de manifestarse en la historia”: “La experiencia de Dios no nos bloquea, sino que nos libera; no nos aprisiona, sino que nos devuelve al camino, nos devuelve a los lugares habituales de nuestra existencia”. “Los lugares son los mismos, pero nosotros, después del encuentro con Jesús, no somos los mismos que antes”, apuntó.
“Después de haber conocido o encontrado al Señor en estas fiestas navideñas, ya no podemos recorrer los mismos caminos que antes”, clamó el Papa. “Cada experiencia de encuentro con Jesús nos lleva a tomar caminos diferentes, porque de Él viene una fuerza buena que sana el corazón y nos aparta del mal”, señaló a continuación.
“Somos nosotros los que debemos cambiar, los que transformamos nuestra forma de vida, aunque sea en el mismo ambiente de siempre, los que cambiamos los criterios de juicio sobre la realidad que nos rodea”, advirtió. Frente a los ídolos, “el verdadero Dios no nos retiene ni se deja retener por nosotros: nos abre caminos de novedad y de libertad”.
En los saludos finales, el papa Francisco ha tenido un recuerdo especial a las Iglesias orientales –católicos y ortodoxos– que celebran la Navidad el 7 de enero. “Para ellos y para sus comunidades deseamos la luz y la paz de Cristo Salvador”, señaló. La plaza se sumó a esta felicitación con un aplauso.
Recordando Día de la Infancia Misionera, que en muchos países se celebra el día de Reyes, recordó que “es la fiesta de los niños y jóvenes misioneros que viven la llamada universal a la santidad ayudando a sus compañeros más necesitados a través de la oración y los gestos de compartir”.
También ha tenido un recuerdo especial para regiones como España y América Latina donde se multiplican “muchas hermosas expresiones populares vinculadas a la fiesta de hoy”. Estas costumbres “deben mantenerse en su genuino sentido cristiano”, deseó.