“Nosotros no nos quisimos conformar con proteger o cuidar y no debemos hacerlo, debemos ampliar la mirada”. Aterrizando en lo concreto, Susana Pradera, responsable de Entornos Seguros en la Provincia de España de la Compañía de Jesús, ha detallado, en la 2ª edición de las jornadas sobre abusos, que este año lleva por título ‘Entornos seguros para menores y personas vulnerables: cauces operativos’, cómo han implementado el sistema de protección de menores en los jesuitas.
“Es imposible que cambiemos esta cultura si no hay una conversión profunda de cada individuo de nuestra institución”, ha afirmado Pradera. Ella ha pedido “acabar con el miedo que silencia para pasar a la confianza. No es un recorrido que se hace en dos días y estamos aprendiendo a hacerlo, pero debemos pasar de las situaciones de riesgo a las de seguridad”.
En un discurso en positivo, Pradera ve en esta crisis de los abusos “una oportunidad para que en la Iglesia hagamos esto bien”. Y en este camino de conversión, ha apostado por evaluar siempre los procedimientos, porque “si no estamos detrás, no sirve de nada”.
Pradera ha invitado a “empoderar” a las personas a través del buen trato y generar una cultura de la prevención a largo plazo. “No podemos mirar solo el momento actual, debemos prever para el futuro”.
Por otro lado, la responsable de Entornos Seguros de los jesuitas ha invitado a escuchar a las víctimas. “No podemos evitarles y ponerlos en duda. Solo escuchando podremos convertirnos, y necesitamos meter las manos en esas llagas para aproximarnos mínimamente al dolor de esa gente”, ha añadido.
Según su experiencia, lo que más desean las víctimas es que lo que les ha pasado no vuelva a pasarle a nadie. “Este debe ser nuestro compromiso para con ellos. Acompañémosles y pongamos remedio”, ha concluido.
En otro orden, Carlos Morán Busto, juez decano del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España, ha dado algunas pinceladas jurídicas sobre los casos de abusos. Recordando la voluntad de los tres últimos papas por atajar los abusos, ha comenzado citando las palabras de Juan Pablo II en 2002, cuando indicó que “no hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores”.
El canonista ha remarcado que la justicia debe ejercerse “con responsabilidad”. En este sentido, ha alabado los motu proprios del papa Francisco sobre los abusos y ha celebrado que decidiera en diciembre, en un paso histórico, acabar con el secreto pontificio en los casos de abusos, que, según Morán Busto, “no tenía sentido jurídico”.