Vaticano

Benedicto XVI y Sarah presionan juntos a Francisco contra la ordenación de hombres casados: “El celibato es indispensable”





Benedicto XVI y el cardenal Robert Sarah se posicionan en un mismo bloque frente el Sínodo de la Amazonía y la reflexión no vinculante sobre la ordenación de hombres casados recogida en el Documento Final tras ser aprobada con 128 votos a favor de los obispos participantes frente a 41 en contra. El Papa emérito y el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos reclaman a una sola voz a Francisco para que no se embarque en la senda de aprobar a los llamados ‘viri probati’.



Así se posicionan semanas antes de que el Papa dé a conocer la exhortación postsinodal, tal y como adelantó Vida Nueva. Y lo hacen a través de un libro conjunto que se publicará en Francia el próximo miércoles 15 de enero: ‘Desde lo más profundo de nuestros corazones’ (Fayard).

Ideología y verdad

Con su escrito, Benedicto XVI y Sarah ejecutan un ejercicio de presión pública. Tanto es así que el Papa emérito y Sarah llegan a citar a San Agustín para sentenciar: “Como él, podemos decir: no podemos callar”. “Lo hacemos con un espíritu de amor y unidad en la Iglesia. Si la ideología divide, la verdad une los corazones”, dejan caer.

Según los extractos que ha publicado en exclusiva hoy domingo el diario francés Le Figaro, Benedicto XVI expresa cómo el futuro de la Iglesia se verá comprometido si se toca el celibato sacerdotal, tal y como sugería el Documento Final del Sínodo Panamazónico celebrado el pasado mes de octubre.

Viaje hacia Dios

“El celibato es indispensable para que nuestro viaje hacia Dios siga siendo la base de nuestra vida”, rubrica Benedicto XVI, que no duda en insistir en varias ocasiones: “Creo que el celibato de los sacerdotes tiene un gran significado”.

Durante los primeros años de Pontificado de Jorge Mario Bergoglio, Joseph Ratzinger guardó un escrupuloso silencio sobre las decisiones adoptadas por el Papa argentino. Sin embargo, primero en 2017 y, después en 2019, hizo visible alguna que otra disensión en materia litúrgica y en su particular análisis sobre la crisis de la pederastia eclesial.

Alboroto creado

En esta ocasión da un paso más con esta obra a cuatro manos interviniendo directamente en el gobierno del Papa actual, precisamente firmada con uno de los purpurados que, aun negando públicamente ser un “enemigo” de Francisco, sí ha manifestado sus discrepancias sobre el ser y el hacer de Francisco.

Tanto Benedicto XVI como Sarah reconocen que el origen de la obra está en el Sínodo: “En los últimos meses, a medida que el mundo ha estado resonando con el alboroto creado por un extraño sínodo mediático que ha prevalecido sobre el sínodo real, nos hemos visto, nos hemos encontrado”.

Amistad estrecha

“Intercambiamos ideas y preocupaciones. Oramos y meditamos en silencio. Cada una de nuestras reuniones nos consoló y nos tranquilizó mutuamente”, relatan sobre su estrecha amistad y estas reuniones paralelas la cumbre oficial convocado por Francisco.

El Papa emérito y el prefecto también apuntan cómo “nuestras reflexiones llevadas a cabo de diferentes maneras nos llevaron a intercambiar cartas. La similitud de nuestras preocupaciones y la convergencia de nuestras conclusiones nos decidieron a poner el fruto de nuestro trabajo y nuestra amistad espiritual a disposición de todos los fieles como San Agustín”. Es en este punto de la obra, cuando, ambos lanzan ese grito agustiniano en latín: “Silere non possum!”.

Además de incluir algunos pasajes de la obra, Le Figaro también entrevista a Robert Sarah. “Sacerdotes, ¡estad orgullosos de vuestro celibato!”, entona el purpurado de Guinea-Conakri, que justifica cómo el libro busca ser “un grito de amor a la Iglesia, al Papa, a los sacerdotes y a todos los cristianos”. Sarah llega a afirmar en la entrevista que “la crisis por la que atraviesa la Iglesia es impresionante”.

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