Este 12 de enero decenas de líderes de la Pastoral de la Infancia se dieron cita en la plaza Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad de Curitiba para rendir honores a su fundadora, Zilda Arns, tras 10 años de su desaparición física en el terremoto de Haití. Con una misa a campo abierto, celebrada por José Antonio Peruzzo, arzobispo de Curitiba, finalizó el triduo que la propia Pastoral, junto con sus líderes, inició el día 10 en memoria de la médico pediatra, que incluyó celebraciones eucarísticas por todo Brasil, exposiciones en su Museo de la Vida, presentaciones artísticas y cierre de la campaña los ‘Pequeños reyes magos’.
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A propósito de esta primera década tras la inesperada partida de la laica brasileña, cuyo método salvó a millones de niños en el mundo, Vida Nueva conversó con Nelson Neumann, actual coordinador internacional de la Pastoral de la Infancia e hijo de Zilda, para echar una mirada del trabajo que continúa imparable en favor de la niñez de latinoamericana y africana.
Mucho por hacer
“Hay mucho por hacer”, no dudó en afirmar tras ser consultado sobre el legado que dejó su madre. El también médico asegura que la desigualdad social es grande, por tanto “los esfuerzos que están siendo hechos necesitan ser apreciados para que generen otros todavía más grandes. Esta es una de las frases que la doctora Zilda Arns Neumann acostumbraba a decir mucho y aún hoy es vigente en nuestra misión y corazones diariamente”.
En este sentido, Nelson asevera que es una tarea diaria el conseguir personas que asuman el compromiso real de “llevar vida en abundancia para todos los niños a través de la combinación del conocimiento científico y el conocimiento popular” para que de este modo “más familias tengan dignidad y calidad de vida”.
Actualmente desde la Pastoral acompañan a más de 800.000 niños, 577.000 familias, 44.000 embarazadas en todos los estados de Brasil. Además tienen presencia en 8 países del mundo: Guinea Bissau, Haití, Perú, filipinas, Mozambique, Bolivia, República Dominicana, Filipinas y Venezuela.
“Dejaba ánimo y la voluntad por la misión”
Es el segundo hijo de Zilda y ha seguido al calco sus pasos, es una vara alta que con esfuerzo día a día intenta alcanzar, sin embargo entiende que “el desafío no es solo de un hijo, sino el de un ejército de cristianos que están en misión para llevar vida plena para todos los niños, embarazadas y familias pobres del mundo”.
“Ella era una persona incomparable, que dedicó su vida a traer dignidad a aquellos que más necesitaban, a llevar informaciones importantes para quien no tenía acceso, a disminuir la tasa de enfermedades prevenibles y mortalidad infantil a través de acciones sencillas realizadas con solidaridad en la comunidad”, expresa.
Para Nelson por donde pasaba Zilda “dejaba ánimo y la voluntad por la misión”, porque “a pesar del desafío de mantener viva su memoria en cada uno de nuestros voluntarios, sabemos que ella continúa entre nosotros a través de cada niño, embarazada y familia acompañada por la Pastoral”.
El compromiso de los obispos
En cuanto a su reciente campaña de los Pequeños Reyes Magos, que desde 2015 realizan para recolectar fondos que van dirigidos a la obra de la pastoral en los países más pobres, ha dicho que en esta 5 edición participaron cerca de 19.000 niños.
Sobre los países que serán beneficiados con lo recaudado, ha anunciado que Guatemala no se incluirá este año, mientras que solamente Haití, Guinea Bissau y Mozambique continuarán “pudiendo extenderse a otros países pobres que la pastoral acompaña” como es el caso de Venezuela.
Por otra parte ha agradecido a los obispos el compromiso que han tenido con la campaña y quienes “han aceptado nuestro llamado y convidado a los niños y catequistas de Brasil” a conocer esta iniciativa que “ha transformado la vida de muchos niños, sus madres, sus familias, en los países donde hacemos presencia”.
