“Nos vamos a dejar la piel para poner la vida en el centro, porque el feminismo es la primera línea en la lucha por la vida”. Así lo subrayaba ayer, 13 de enero, Irene Montero, durante su discurso tras la toma de posesión de su cargo como ministra de Igualdad. Unas palabras en las que, además, hizo especial hincapié en la memoria. En primer lugar, por las víctimas de violencia machista de los últimos días, así como a los agentes de policía que el pasado domingo impedían que un hombre matase a su novia en Madrid.
“Nuestro compromiso será firme para que no haya ni una víctima más, para que no seamos ni una menos”, añadía Montero, que continuaba su discurso ante la prensa recordando las palabras de Rosa Luxemburgo: “el primer gesto revolucionario es el de llamar a las cosas por su nombre”.
“Este Ministerio de Igualdad será un ministerio feminista, igual que este Gobierno, y estará cargado de memoria”, recalcaba. “Memoria por las mujeres que fueron y gracias a las que hoy somos”, entre ellas, Federica Montseny – de cuyo fallecimiento se cumplen hoy 26 años -, “la primera ministra que tuvo nuestro país, en la II República, y que ya por entonces defendía el derecho a una ley del aborto y el derecho de las mujeres a abortar”.
Precisamente el tema del aborto se ha posicionado como uno de los derechos blindados del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. De hecho, dentro del acuerdo de Gobierno firmado por PSOE y Unidas Podemos se recoge que se “favorecerá el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo de todas las mujeres, en el sistema nacional de salud, en el marco de la ley de salud sexual y reproductiva de 2010″, lo cual establece las bases para derogar la “ley Gallardón”, que suprimía el derecho a abortar de las mujeres menores de edad.
“Llegamos hasta aquí por y para las mujeres que sostenéis este país”, continuaba Montero. “Las trabajadoras precarias, las madres, las abuelas, las trabajadoras del hogar, las estudiantes, las mujeres acosadas, las que han sido agredidas, maltratadas, para las que ya no están”. Para todas ellas, la coalición pretende “crear este Ministerio feminista, para todas las que habéis defendido y defendéis cada día la vida”.
Y es que, como subrayó Montero, “este es un tiempo feminista” gracias a “las miles de mujeres jóvenes, mayores, de aquí, de allá, que han hermanado sus luchas, también a muchos hombres, al tren de la libertad, al empuje de las asociaciones feministas que nunca habéis bajado la guardia, a las sindicalistas que se han dejado la piel denunciando la desigualdad en los centros de trabajo, a las que habéis salido a la calle el 8M, a las que habéis defendido la libertad, la identidad y el amor en el orgullo”.
“España es hoy un referente mundial en un feminismo internacional e interseccional que será el mejor motor para imaginar y alcanzar otro orden de cosas”, apostillaba la nueva ministra. Un orden “que atienda al necesario equilibrio entre la distribución de la riqueza, el reconocimiento de las identidades y la participación política”.
Para ello, ha asegurado que este Gobierno “imagina un futuro donde la reorganización de los cuidados es la mejor receta contra la austeridad, y donde la libertad sexual es la mejor seguridad ciudadana”. Donde, además, “los hombres se sientan seguros y no amenazados” y donde también ellos “puedan cuidar y amar en libertad”.