“Esperamos que el Papa Francisco destruya el documento final del sínodo en el Amazonas, pero hay pocas probabilidades de que lo haga”. Así lo ha afirmado Rob Mutsaerts, obispo auxiliar de s’Hertogenbosch, Países Bajos, en una entrevista con Il Giornale en la que ha criticado fuertemente el sínodo de la Amazonía. Considera que este no fue más que un “engaño a los fieles” y que “representó una burla de la fe”.
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Precisamente sus palabras coinciden con el debate que se ha generado en los últimos días por la intervención del Papa emérito, Benedicto XVI, en un libro firmado por el cardenal Robert Sarah sobre la necesidad de mantener el celibato sacerdotal. El obispo holandés teme, por su parte, que Francisco acepte las propuestas de los padres sinodales sobre considerar, para la región amazónica, la ordenación sacerdotal de diáconos permanentes.
Sin embargo, Mutsaerts considera que esto no es necesario, ya que, “el 80 por ciento de la población amazónica vive en grandes ciudades”. Por eso, “el problema de la falta de sacerdotes no es diferente al de muchas otras áreas del mundo”. De hecho, para el obispo holandés, el problema reside en “una falta de fe” que no se resuelve aceptando sacerdotes casados.
Llegará a toda la Iglesia
Pero, además, el prelado cree que el sínodo, celebrado en octubre de 2019, ha sido una “tapadera” para tratar estos temas. “Las palabras clave del documento final del Sínodo no fueron Madre Tierra y ecosistema, sino viri probati, diaconisas y rito amazónico”, subraya, señalando al cardenal Hummes como precursor de que el documento fuera en esta dirección.
“Por supuesto, ahora los resultados no se limitarán a la región amazónica”, dice el obispo. “La caja de Pandora está abierta y habrá implicaciones para toda la Iglesia”, añade, advirtiendo que serán “los obispos alemanes” quienes primero soliciten adoptar esta opción en su país.
