“Les exhorto a no perder la esperanza ante los inconvenientes e incertidumbres que desgraciadamente afrontan: ¡no falta el coraje! Al mismo tiempo, es necesario valorar su trabajo, a menudo arriesgado y duro, apoyando sus derechos y sus aspiraciones legítimas”. Con estas palabras, el papa Francisco mostró su aprecio por el trabajo de los pescadores, durante una audiencia, esta mañana, a un grupo de pescadores provenientes de la localidad italiana de San Benedetto del Tronto.
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El Papa, que comenzó su alocución valorando la presencia del obispo y de los sacerdotes que “acompañan espiritualmente” el trabajo de los pescadores y de sus familias, evidenció la complejidad de esta actividad y las dificultades con las que a veces se enfrentan, porque, añadió, “se sale con buen y mal tiempo para sacar del mar lo necesario para vivir, con tanta pasión, tantos sacrificios y hasta algún peligro. Y sus seres queridos comparten las dificultades y la precariedad que implica este tipo de vida suya”.
Los ‘colegas’ de Jesús
Según información de Vatican News, el Papa puso también en evidencia la presencia en el Evangelio de acontecimientos relacionados con la vida y mundo de los pescadores, recordando que “incluso mi predecesor, Pedro, era pescador” y “que los primeros discípulos de Jesús fueron ‘sus colegas’, y que los llamó a seguirlo justo cuando estaban echando las redes a la orilla del lago de Galilea”.
“Me gusta pensar que aún hoy –añadió–, aquellos de ustedes que son cristianos, sienten la presencia espiritual del Señor a su lado. Su fe anima valores preciosos: la religiosidad popular que se expresa en la confianza en Dios, en el sentido de la oración y en la educación cristiana de los hijos; la estima de la familia; el sentido de la solidaridad, para que sientan la necesidad de ayudarse mutuamente y de ayudar a los necesitados. ¡No pierdan estos valores!”.