Tanto los gobiernos como el sector empresarial deben tener como principio que “somos todos miembros de la familia humana”, por lo que existe la “obligación moral” de colocar a la “persona humana en el mismo centro de la política” y no dejarse llevar por la “mera búsqueda del poder o del beneficio”. Esa es la recomendación que les envió el papa Francisco a los participantes en el Foro Económico Mundial que se celebra, en su edición número 50, en la ciudad suiza de Davos desde este lunes y hasta el próximo viernes.
En un mensaje escrito que fue entregado a Klaus Schwab, presidente ejecutivo del foro, por el cardenal Peter Turkson, prefecto del dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, el Pontífice se mostró favorable a la superación de lógicas basadas en “posturas tecnológicas o económicas a corto plazo”. Pidió en cambio contar con una “completa consideración de la dimensión ética” para tratar de buscar soluciones a los problemas que afronta hoy la sociedad.
Las visiones “materialistas o utilitarias” llevan a prácticas motivadas por el “interés propio” que provocan “falta de solidaridad y de caridad” y, en definitiva, de “injusticias”. El “verdadero desarrollo humano integral”, comentó el Papa, solo puede “florecer” cuando se incluye a “todos los miembros de la familia humana” y estos pueden contribuir a las búsqueda del bien común.
Tras ofrecer a los participantes del Foro Económico Mundial una cita de su encíclica ‘Laudato si” para subrayar la importancia de la “ecología integral”, Francisco les invitó a no olvidar su responsabilidad para tratar de conseguir “el desarrollo integral de todos nuestros hermanos y hermanas, incluyendo a los de las futuras generaciones”.