El papa Francisco ha aceptado esta misma mañana la renuncia del arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Charles J. Chaput. Lo hace casi en tiempo récord, solo cuatro meses después de que el prelado haya presentado su renuncia por edad, al cumplir los 75 años. Una renuncia que en otros muchos casos, como el conocido esta misma semana del cardenal Christoph Schönborn, el Papa se limita a dejar pasar para que algunos prelados sigan pastoreando su diócesis.
El arzobispo Chaput, encargado de preparar el Encuentro Mundial de las Familias de Filadelfia, en 2015, coincidiendo con la visita apostólica del pontífice al país, ha sido una de las voces discordantes en EE UU con la renovación de la pastoral familiar impulsada desde Roma a través de la exhortación ‘Amoris laetitia’.
Con esta decisión, Jorge Mario Bergoglio cede el timón de la arquidiócesis al hispano Nelson J. Pérez, hasta ahora obispo de Cleveland (Ohio), que fue ordenado en Filadelfia en 1989. Un giro que también obedece a que en la ciudad, con más de 1,5 millones de católicos, ha crecido el número de población hispana que acude cada semana a alguna de las 200 parroquias.
Lo de Pérez es una vuelta a casa. Nació el 16 de junio de 1961 en Miami. Después de obtener el Bachillerato en Psicología por la Universidad Estatal de Montclair en Nueva Jersey (1983), fue profesor en el Colegio la Piedad, en Puerto Rico. Completó sus estudios eclesiásticos en el Seminario Saint Charles Borromeo en Overbrook (Pensilvania), donde obtuvo su Maestría en Teología (1985-1989).
“Estoy profundamente agradecido al Santo Padre por este nombramiento y por su confianza en mí. Con gran alegría, junta a un poco de tristeza, acepto este nombramiento. Alegría de volver a servir en la arquidiócesis en la que fui ordenado al sacerdocio, donde serví como pastor de dos parroquias y donde ocupe varios puestos de liderazgo dentro de la arquidiócesis, y tristeza por dejar un área y el personas increíbles en el noreste de Ohio que he llegado a amar profundamente”, ha dicho el prelado.
Desde su ordenación sacerdotal, Pérez ha estado destinado a la pastoral con los hispanos. Como obispo, fue nombrado por Benedicto XVI en 2012 para la sede de Rockville Centre (Nueva York), donde fue auxiliar. El 11 de julio de 2017, Francisco lo destinó a Cleveland. Dentro de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) es presidente del Comité de Diversidad Cultural en la Iglesia, y miembro del Comité Administrativo y del Comité de Libertad Religiosa.
El prelado se convierte de esta manera en el obispo hispano con más peso en el Episcopado estadounidense por detrás del hoy presidente de la USCCB, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez. En un eventual consistorio, el papa Francisco podría crear cardenal a cualquiera de los dos si gira la vista hacia Estados Unidos, llegando a convertirse uno de ellos en el primer cardenal hispano de Norteamérica. La realidad es que la sede de Filadelfia ha solido estar ligada al cardenalato, aunque Bergoglio ha demostrado en estos años de pontificado, por ejemplo al no crear cardenal a Chaput, que el color púrpura no le pertenece hoy a ninguna sede.