Apenas queda una semana para que comiencen en Alemania los debates del ‘camino sinodal’ abierto por la Iglesia del país. En estos día previos, el cardenal Reinhard Marx, ha hecho una llamada a la paciencia porque los resultados no serán “demasiado rápidos” y ha invitado a todos a que la reforma “no termine” con las discusiones que la asamblea haga sobre la participación y consagración de la mujer o el modo de vida de los sacerdotes.
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La cita arrancará, en una primera fase, en un monasterio dominico cercano a la catedral de Fráncfort, del 30 de enero al 2 de febrero. Además de los 230 delegados, la primera asamblea contará con la presencia de 17 observadores internacionales que se unirán al nuncio Nikola Eterovic. Además, las sesiones podrán seguirse en directo por internet, además se han habilitado 4 foros para una participación más directa durante el periodo del camino sinodal.
El cardenal advirtió que no se deben esperar resultados demasiado rápidos en el camino sinodal. “No se puede esperar que en dos años encontremos en Alemania todas las respuestas a las cuestiones teológicas que se han discutido durante generaciones”, señaló a los diversos periódicos diocesanos tal como informa la agencia Katholisch.
Mujeres en las conferencias episcopales
Para el presidente de los obispos alemanes, esta reunión no quiere reinventar la Iglesia, “pero debemos reconocer lo que es necesario y posible y luego hacerlo. No podemos evadirnos y pasar por alto la situación”, sentenció. Resultados marcados por la aquiescencia de dos tercios de los obispos alemanes, lo que es legítimo para tomar medidas pastorales para una Iglesia particular, recuerda ante los recelos por las competencias vaticanas.
Aunque los obispos no estarán solos, por ello reclamó que se tenga más en cuenta a los laicos y especialmente a las mujeres, “no sólo como asesores sino también con una voz propia”. “¿Queremos en el futuro Conferencias Episcopales donde las mujeres o incluso los laicos nunca estén presentes? No queremos hablar del futuro de la Iglesia en un círculo cerrado”, aseguró.
A vueltas con el celibato
La ordenación de mujeres o la cuestión del celibato también pasarán por la asamblea. “El celibato no se entiende –creo yo– de tal manera que los sacerdotes vivan solos en grandes parroquias y tengan la comida en la nevera. Hay que insertar este modo de vida en una convivencia social, en una cultura de la vida. Se trata de una vocación holística y no sólo de una renuncia a la sexualidad”.
Por ello, para Marx la cuestión sobre la vida sacerdotal no puede reducirse a la “cuestión de cuándo abolimos el celibato. ¡Ciertamente no quiero abolirlo!”, reiteró ante las últimas polémicas.