Después de la renuncia, hace casi tres meses, del gobierno de Saad Hariri, el Líbano tendrá un nuevo equipo de gobierno. Esta vez, tal como ha informado Fides, se tratará de un equipo multiconfesional dirigido por el sunita Hassan Diab, de 60 años.
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Así, el nuevo ejecutivo estará constituido por el primer ministro y 19 ministros, de los cuales 13 son hombres y 6 mujeres. Entre ellos, 4 serán cristianos maronitas, 4 musulmanes chiitas, 3 musulmanes sunitas, 3 cristianos greco ortodoxos, 2 drusos, 2 cristianos greco católicos y una cristiana armenia ortodoxa.
Representación confesional
El sistema político del Líbano establece que en el gobierno debe haber una representación equilibrada de los distintos componentes confesionales que se encuentran en la sociedad. De esta manera, si bien el jefe de Gobierno ha de ser siempre musulmán sunita, el presidente del parlamento debe ser chiíta y, por su parte, el presidente de la República ha de ser cristiano maronita.
“Los medios de comunicación son pesimistas, pero nosotros somos optimistas”, señalaba el pasado martes el presidente del parlamento, Nabih Berri. También el cardenal Bechara Boutros Rai, patriarca maronita de Antioquía, ha subrayado la necesidad de “dar una oportunidad” al nuevo ejecutivo, mientras que las movilizaciones callejeras confirman la persistente negativa por parte de fuerzas y sectores de la sociedad que no pretenden conceder ningún crédito al nuevo ejecutivo.