“El diablo quiere destruir España. El diablo ataca más a los mejores y, por eso, ataca a España y quiere destruir España”. Palabra de Benedicto XVI. Al menos así lo cita, de forma textual, el ex ministro del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy, Jorge Fernández Díaz. La contundente afirmación es del 17 de junio de 2015, fecha en la que el político católico se reunió con el papa emérito, tal y como desveló por primera vez de forma pública Fernández Díaz al hilo de la presentación del libro ‘La pérdida de España’, de Alberto Bárcena, profesor de la Universidad CEU-San Pablo, sede que acogió el encuentro el pasado 22 de enero.
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Entre los participantes en la mesa, el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Bullón de Mendoza o el bisnieto de Franco Luis Alfonso de Borbón. Tras realizar Fernández Díaz una reflexión sobre la Teología de la Historia, quiso compartir con los asistentes las “palabras de esperanza” de Benedicto XVI durante su audiencia privada de 55 minutos en el monasterio Mater Ecclesia, donde vive Joseph Ratzinger desde su renuncia en 2013 –ver vídeo del 9:13 al 14:50–.
Ante la situación en Cataluña
Después de comentar sus ocho años de papado y sus visitas a España, Fernández Díaz le pidió, por su “amplio conocimiento” de España y ante “la situación en Cataluña”, que rece por España. Según recuerda, “me interrumpió con dulzura y me dijo literalmente lo siguiente: ‘El diablo sabe lo que ha hecho España a lo largo de su Historia: la evangelización de América, el papel de España durante la Contrarreforma, la persecución religiosa durante los años treinta del pasado siglo’ –a mí me pinchaban y no sangraba, decía ante los aplausos de los asistentes–”.
No obstante, el papa emérito le llamaba a la esperanza: “Tenga confianza, los enemigos de Dios y de la Iglesia hacen mucho ruido y están muy presentes en los medios, pero sin salir en los medios y sin hacer ruido hay mucha gente que reza. Y esa oración es muy poderosa”. En este momento, la sala rompió en aplausos. “Los aplausos son para Benedicto XVI”, se apresuró a decir el político.
Durante su alocución, Ratzinger le ofreció las cuatro “armas” con las que “vencer al diablo” –”siempre me dijo diablo, sin eufemismos”, puntualizó–, que “no va a conseguir destruir España”: humildad, oración, sufrimiento y devoción a la Virgen. “Sabe Dios que esto es literal”, dijo el ex ministro, que recalcaba que jamás citaría al papa emérito en vano.
