“No vemos ningún ninguneo del Gobierno a los obispos”. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha tirado por tierra toda hipótesis de enfrentamiento entre Moncloa y el Episcopado en esta legislatura. Así se ha manifestado en su comparecencia pública tras la primera cita del año de la Comisión Permanente, que ha reunido durante dos días a los obispos españoles.
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En ausencia del presidente del Episcopado, Ricardo Blázquez, por encontrarse en Roma, han preparado la próxima Asamblea Plenaria en la que se elegirá nuevo presidente y que será la puesta de largo de los nuevos estatutos. De la misma manera, también han ultimado detalles sobre el Congreso Nacional de Laicos y han abordado la necesidad de un documento sobre los columbarios en las parroquias y una nueva instrucción pastoral en relación al acompañamiento del duelo y de la muerte.
Más allá de estas cuestiones de carácter intraeclesial, se multiplicaron las preguntas de actualidad, desde el ‘pin parental’ hasta la convocatoria electoral en Cataluña. El portavoz de los obispos recordó cómo están abiertos a sentarse en la mesa con el Ejecutivo de Sánchez para dialogar. “Son muchos los aspectos que se plantean en su programa y calendario, hay muchas relaciones entre Gobierno y la Santa Sede que se tienen que cuidar”, subrayó.
Relación Añastro-Moncloa
En este sentido, restó importancia al hecho de que la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, se encontrara antes con el nuncio Bernardito Auza, que con el presidente del Episcopado, Ricardo Blázquez: “Es lógico que el nuncio haya mantenido su primer contacto, porque era de obligado protocolo”. Eso sí, admitió que todavía no les habían llamado para mantener una reunión.
En esta misma alocución, planteó las reglas de juego sobre esta relación Añastro-Moncloa: “En diálogos anteriores ya se abordaron algunos de los asuntos para estudiar juntos, estamos dispuestos a abordarlos con una doble clave: la Iglesia no desea privilegios, pero tampoco discriminación. Léase asuntos IBI o asunto fiscal”.
El también obispo auxiliar de Valladolid recordó que se aplica la ley de mecenazgo “que se establece para todas las entidades lucrativas”. “Reconocemos el derecho que tienen todos los Gobiernos para modificar el régimen fiscal, pero esperamos que no se trate solo como un asunto o un privilegio de la Iglesia. El deseo de la Iglesia es de colaborar por el bien común”, recordó.
La Ley de Educación que viene
También quiso rebajar la tensión en torno a la próxima ley educativa abanderada por la ministra Isabel Celaá. Así, desveló que en la anterior legislatura él mismo tuvo un encuentro con la ministra cuando esta preparaba la reforma y comentó que “creo que Escuelas Católicas” ha sido llamada al diálogo en este tiempo.
“No nos importa solo la clase de religión, sino una propuesta educativa que humanice y que forme ciudadanos que sean capaces de respetarse”, explicó sobre la reforma. En este sentido, alertó de que la actual “conversión digital no se someta a “un paradigma tecnocrático ni a los mínimos intereses productivos”, sino que desde las aulas se promueva “la defensa de la dignidad humana”.
Dicho esto, defendió que “creemos que la religión ayuda al desarrollo espiritual, al igual que educación física ayuda al desarrollo físico”, y apostó por mantener el actual estatus donde no es obligatoria ni para alumnos ni para padres.
Desde ahí, hizo un llamamiento al Gobierno para promover un pacto educativo, teniendo en cuenta el interés mostrado por Carmen Calvo en participar en la cumbre del pacto global convocada para mayo por el Papa: “Sería extraño querer participar en este foro, y no conseguir ese pacto educativo en nuestro país”.
A vueltas con el ‘pin parental’
Al hilo de la cuestión educativa, Argüello también fue preguntado por la polémica del ‘pin parental’. “No me quedaría tranquilo con que unos ciudadanos se retiraran del aula sin más”, advirtió, a la vez que admitió que “es legítimo tener visiones educativas diferentes, pero necesitamos un marco de referencia común”. En esta línea, puso sobre la mesa la necesidad de que se plantee “una concepción antropológica y un horizonte de hacia donde queremos orientar el bien común” dentro lo estipulado por la Declaración de los Derechos Humanos dentro de los derechos de primera y segunda generación. “Lo que se discute son aquellas cuestiones antropológicas de tercera y cuarta generación en las que no hay conflicto. En este caso, los padres tienen derecho a la información”, comentó.
Los periodistas también le preguntaron por otro de los planes inmediatos del Gobierno: la aprobación de la ley de eutanasia. “En este momento de gran debate sobre las máquinas en nuestra vida, es preciso poner una línea roja en la realidad del sufrimiento y en el final de nuestra vida a través de los cuidados paliativos”, comentó. De la misma manera, reconoció que “evidentemente la sociedad tiene un problema ante las enfermedades degenerativas o el alargamiento de la vida, pero la eutanasia es un atajo que deshumaniza”.
“Me sorprende que se diga que hay un argumento de demanda social cuando en la ley educativa se quita… la demanda social no es útil, pero si es una coartada moral y supuestamente democrática para legislar en contra de la vida”, matizó.
¿Elecciones en Cataluña?
Sobre la convocatoria electoral de Cataluña lanzada por el presidente Joaquim Torra, Argüello dijo no “emitir juicio” sobre la decisión en sí. Eso sí, sin citar directamente a la Constitución, hizo una defensa cerrada de la Carta Magna en el marco de un diálogo que considera necesario para abordar la crisis catalana. Así reclamó un “respeto al marco jurídico político actual para poder dialogar desde ahí, reconocer la importancia de una historia compartida, la realidad de comunidades diferenciadas y encontrar juntos un marco de convivencia”. “No es legítimo romper el acuerdo actual que los españoles nos hemos dado para encontrar soluciones”, insistió.
En esta misma línea, comentó cómo los ciudadanos “tenemos que hacer mucho en el marco prepolítico por favorecer el encuentro, la escucha y el bien común”. “Me parece importante subrayar que la posición de la Iglesia es favorecer todo aquello que el papa Francisco llama cultura del encuentro. El diálogo no puede ser un mantra sino una verdadera escucha de la situación de cada cual”, dejó caer.
Monjas abusadas por monjas
En un amplio turno de preguntas, tampoco esquivó la denuncia lanzada por el suplemento femenino de L’Osservatore Romano, Donne Chiesa Mondo, sobre los abusos a monjas y el síndrome de las religiosas quemadas. “No tengo ninguna noticia”, señaló sobre casos en nuestro país, para a renglón seguido sentenciar: “Es gravísimo y si tuviéramos alguna noticia deberíamos denunciar en todos los foros posibles este comportamiento delictivo”. En esta misma línea, reclamó respeto a todas las religiosas que prestan un servicio a la Iglesia y a la sociedad para que se promuevan “relaciones propias de la dignidad humana y la fraternidad”.
También fue preguntado por el caso del sacerdote vallisoletano acusado de enviar un vídeo sexual a una menor. “Hemos tomado las medidas cautelares de suspensión del ejercicio de ministerio por parte de este sacerdote”, contestó. En este sentido, comentó que el caso se encuentra ya en Roma, pero el procedimiento está en suspenso en tanto que está en manos de la Fiscalía y del juez.
Otro de los temas que Argüello abordó en su encuentro con la prensa fue el curso de acompañamiento a los novios propuesto por la Conferencia Episcopal: “No es de obligación canónica, sino que se propone como un instrumento de acompañamiento para formación en el matrimonio”, aclaró. “Desde mi experiencia puedo decir que en Valladolid estamos muriendo de éxito, porque no tenemos matrimonios suficientes para acompañar a los novios que se han apuntado”, señaló el prelado.
