El nuevo observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas, Gabriele Giordano Caccia, el sucesor del nuncio en España, se ha estrenado en su papel defendiendo el valor de la ONU como un “muy necesario” foro “mundial para hacer frente a los problemas mundiales”. El nuevo diplomático recordó en la eucaristía de bienvenida la iglesia de la Sagrada Familia de Nueva York, la iglesia parroquial católica de las Naciones Unidas, el 75 aniversario de la fundación de la ONU tras la Segunda Guerra Mundial.
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El espíritu de Francisco
Caccia sucede al arzobispo filipino Bernardito Auza que llevaba en el cargo desde 2014. Nombrado el pasado mes de noviembre, apenas lleva unos días en el cargo. Tiene 61 años y es originario de la archidiócesis de Milán. Los últimos dos años ha sido nuncio en Filipinas.
En la homilía, según ha relatado Crux, ha defendido la tarea de la organización para ayudar a los que no tienen voz, en particular mediante la promoción de la dignidad humana. “Trabajamos con gusto con esta institución tratando de aportar una contribución para el bien del mundo”, aseguró el eclesiástico italiano, quien hizo referencia al apoyo del papa Francisco al espíritu de la ONU y sus esfuerzos por conseguir la paz mundial. Además, el nuevo observador ha llamado la atención sobre la conciencia ecológica o la petición del Papa para la abolición mundial de las armas nucleares.