España

El cardenal Miguel Ayuso Guixot, Premio contra el Terrorismo de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril

El galardón le ha sido entregado “por su dilatada experiencia en zonas de conflicto y en la resolución de éstos a través del diálogo interreligioso”





La Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril ha entregado el VI Premio contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez Becerril al cardenal sevillano Miguel Ayuso Guixot. Tal como relata el consistorio en una nota de prensa, hacen este reconocimiento al purpurado “por su dilatada experiencia en zonas de conflicto y en la resolución de éstos a través del diálogo interreligioso”.



El acto, celebrado este fin de semana, ha contado con la presencia del alcalde de Sevilla y presidente de honor de la Fundación, Juan Espadas; la presidenta de la Fundación, Teresa Jiménez-Becerril; su vicepresidente, Joaquín Castillo; su secretario, Fernando Manuel Gómez, y el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Sevilla.

Ayuso, ordenado sacerdote en 1980, forma parte de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús y estuvo en misiones hasta el 2002, desarrollando su labor entre Egipto y Sudán, países donde el terrorismo y la violencia han dejado una profunda huella durante las últimas décadas. 

Seguir considerándose misionero

Con esta distinción, “la Fundación quiere reconocer su servicio en África ayudando a las víctimas en situaciones de máxima tensión de guerra y terrorismo”, afirma el Ayuntamiento, pero también quiere “poner el acento en su empeño por servir de puente en el diálogo interreligioso”. Fue precisamente por esta labor que el papa emérito Benedicto XVI le nombrase secretario Pontificio para el Diálogo Interreligioso en 2012. Desde 2019 es, además, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

En su intervención, Teresa Jiménez-Becerril subrayó “que es un honor entregar este premio que recuerda la memoria de Alberto y Ascen 22 años después de su asesinato al Cardenal Miguel Ayuso, un hombre que, a pesar de su importantísima labor como intermediador de conflictos interreligiosos, prefiere considerarse siempre un misionero comboniano y que siempre ha trabajado en zonas difíciles, en zonas de conflicto como Egipto y Sudán, ayudando a los que más padecían sus efectos”.

De esta manera, la presidenta de la fundación animó a seguir trabajando para combatir el radicalismo, subrayando la importancia de la fe en Dios como instrumento de paz, “de ahí la importante labor del cardenal y de tantos religiosos que intentan llevarla por el mundo”.

Durante la recogida del premio, el cardenal Ayuso afirmó “sentirse honrado y emocionado por recibir este galardón”. “La violencia es algo que no queremos para nuestra ciudad ni para ningún lugar del mundo porque no es la violencia, no es la guerra, no es el terror, sino la paz la que es realmente santa”, dijo. “Este es un llamado para trabajar por una cultura de la paz y de la convivencia que es la única con la que podemos combatir el terrorismo”, añadió.

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