El cardenal Antonio María Rouco Varela cree que …. El arzobispo de Madrid presentó ayer en el salón de actos de la librería ARS su nuevo libro “La familia ante el reto de la secularización” (BAC). Rouco Varela estuvo acompañado por el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino. Entre los asistentes de esta obra que compila algunos artículos y conferencias del purpurado, se encontraba el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja.
La presentación tuvo formato de entrevista guiada por el director del Congreso Católicos y Vida Publica, Rafael Sánchez Saus. En no pocas ocasiones, el historiador puso sobre la mesa cuestiones políticas de actualidad como legislación de la eutanasia y el aborto o materias de cariz intraeclesial, como la renovación del Instituto Juan Pablo II. Incluso preguntó a Rouco Varela sobre si la Iglesia estaba defendiendo con contundencia tanto la familia como la vida.
Riesgos enormes
Sin abandonar su tono habitual -“algunos dicen que no se me entiende cuando hablo”, bromeó el cardenal emérito-, lo cierto es que evitó lanzar consignas directas contra la gestión del actual Gobierno en estas materias, de la misma manera que evitó cualquier referencia directa o indirecta al pontificado de Francisco.
El purpurado advirtió de que la defensa de la vida y del derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos no puede depender de “una mayoría sociológica y política” en tanto que “estamos sometidos a riesgos enormes”. De hecho, llegó a asegurar de los problemas que acarrea el hecho de que “la soberanía resida de manera absoluta por parte del pueblo”.
El fracaso de Lenin
“El intento de suprimir la institución familiar y matrimonial la hizo Lenin y fracasó”, explicó echando la vista atrás, deteniéndose también mayo del 68: “Aquellos jóvenes querían conocer la verdad, otra cosas es que fueran consecuentes con ellos. Al no ser consecuentes, venían los dramas. La movida de los 80 y la drogadicción masiva no fue fruto de la casualidad”.
“Estamos en un callejón sin salida”, valoró sobre la crisis de la familia, por lo que animó a los católicos a promover este debate en la vida pública. En este sentido, también miró de puertas para adentro y alertó del peligro de que “la Iglesia no viva la fe y las grandes virtudes teológicas humanas”.
Minoría cualificada de jóvenes
El cardenal emérito señaló que “no es verdad que todos los jóvenes no quieran saber nada de Dios”. Hay una minoría muy cualificada en número y en calidad. ¿qué otra realidad institucional reúne a tantos jóvenes como cuenta la Iglesia? Ninguna”, comentó.
Preguntado por si actualmente se defiende en la Iglesia con la misma consistencia los principios de la familia cristiana, Rouco Varela respondió con un “sí”. A partir de ahí desarrolló que “a la hora de valorar el magisterio de la Iglesia hay que tener en cuenta dos aspectos: el fondo y la forma. Un magisterio que no ayuda a que la Palabra de Dios revelada llegue”.
La línea de Juan Pablo II y Pablo VI
De esta manera, apuntó que se sigue “la línea marcada por Juan Pablo II, ya iniciada por Pablo VI”, sin mencionar al Papa Francisco ni Amoris laetitia a lo largo de toda la presentación.
“Los signos de los tiempos no pueden cambiar el fondo de la Palabra revelada. Los signos de los tiempos sirven para que, desde la verdad de la fe, se evangeliza”, añadió.
Durante la presentación, también se puso sobre la mesa la cuestión del aborto: “Si el respeto a la vida no es fundamental en un matrimonio, deja de ser matrimonio. Si es comunidad de amor, es comunidad de vida. Si no, no hay comunidad de amor”. En relación a este tema, comentó como “llamativas medidas como el diagnóstico prenatal y los efectos que está teniendo”.
Elogios de su colaborador
En su turno de palabra, Juan Antonio Martínez Camino, definió a Rouco Varela con dos palabras: comunión y misión. “Es un hombre de la comunión y, por tanto, de la Iglesia y para la Iglesia, entendida como comunión de los santos. El señor cardenal aprecia y vive la comunión”, ensalzó el prelado que repasó la trayectoria de Rouco Varela, deteniéndose especialmente en su labor “extraordinaria” como presidente de la Conferencia Episcopal Española.
“Yo tenía la sensación de que ejercía esta misión un poco a regañadientes, porque él estaba convencido de que su lugar era el pastoreo de la diócesis. El presidente de la Conferencia no es el jefe de los obispos, como él siempre ha dicho”, señaló el que fuera secretario general de la Conferencia Episcopal Española, semanas antes de que en Añastro se tenga que elegir el relevo al actual presidente Ricardo Blázquez.
Cargos e influencias
Martínez Camino también recalcó su empeño en lograr dos JMJ para España, impulsar el Camino de Santiago y crear la Universidad San Dámaso. “Antes que los cargos y las influencias, el cardenal ha valorado las personas y la unión entre las personas”, aplaudió el prologuista del libro y uno de los más estrechos colaboradores del purpurado
El obispo auxiliar agradeció que Rouco Valera no se haya “retirado a los cuarteles de invierno, sino que sigue trabajando y reflexionando prestando su reflexión con tanta competencia y espíritu”.
“Nuestras leyes desde 2005, han sacado del Código Civil la figura específica del matrimonio. Ya no es la unión de un hombre y una mujer sino cualquiera unión de dos ciudadanos que se unen por tres meses por afecto”, lamentó Martínez Camino, que puso en valor cómo el libro recoge el proceso de secularización que ha llevado a “la evacuación del matrimonio en un país como España”.