El papa Francisco da vacaciones indefinidas a Gänswein tras la polémica sobre el libro de Sarah

El papa Francisco en la audiencia general del 12 de diciembre de 2018

El papa Francisco le da vacaciones indefinidas a George Gänswein. El actual prefecto de la Casa Pontificia y secretario personal de Benedicto XVI tiene permiso del Pontífice para retirarse y pasar más tiempo con el papa emérito en el Monasterio Mater Ecclesiae de los Jardines del Vaticano, según avanza en exclusiva el diario alemán Die Tagespost.



Este tiempo sabático llega solo unas semanas después de la polémica sobre ‘Desde lo más profundo de nuestros corazones’ (Fayard), el (no) libro sobre el celibato escrito a cuatro manos por el cardenal Robert Sarah y Joseph Ratzinger a pocos días de la aparición de la exhortación postsinodal sobre la Amazonía.

Según confirman fuentes vaticanas al periódico germano, el arzobispo permanece en el cargo como jefe de la prefectura, que es responsable de las audiencias del Papa, sin embargo, ahora la sombra de Francisco en todos los actos públicos es Leonardo Sapienza y no hay fecha para el regreso de Gänswein.

El prelado lleva más de una semana sin aparecer en los actos de la agenda de Jorge Mario Bergoglio. De hecho, no estuvo presente en la audiencia general del pasado miércoles, ni hoy mismo. Tampoco se le vio en la reunión con el nuevo presidente argentino, Alberto Fernández, ni ayer, cuando el Papa recibió al príncipe heredero de Bahrein, Salman bin Hamad Al Khalifa.

Una agria polémica

El pasado 15 de enero salió a la venta el libro de Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El 12 por la noche, Le Figaro publica la información sobre el libro coescrito por el Papa emérito y el purpurado guineano. “No nos podemos callar; el celibato es indispensable”, escriben, según todo parece, a dos voces, al mismo tiempo que alertan sobre “la crisis impresionante de la Iglesia”. Algunos sectores de Iglesia ven en esta publicación un intento de injerencia en el gobierno del papa Francisco sin precedentes, y poco usual de Joseph Ratzinger, quien prometió permanecer en silencio dejando claro que solo hay un Papa y es Jorge Mario Bergoglio.

Con toda la polémica sobre la mesa, al día siguiente el Vaticano, 16 horas después de hacerse pública la noticia, decide responder a través de un editorial firmado por el director del Dicasterio de Comunicación, Andrea Tornielli. En el mismo, el periodista dice que el libro de Benedicto XVI y Sarah sobre el celibato es una contribución en “obediencia filial al Papa”. No obstante, recuerda que “el celibato sacerdotal no es y nunca ha sido un dogma”.

Cuando parece que la polémica ha tocado a su fin, un nuevo episodio esa misma noche. La obra, que se presenta como trabajada a cuatro manos con el cardenal Robert Sarah, no tendría la aprobación explícita del Papa emérito, tal y como confirma el entorno cercano a Joseph Ratzinger a diversos medios internacionales, desde Il Corriere della Sera a La Nación argentina, pasando por ABC y Cope–. “Benedicto es totalmente ajeno a esta operación editorial y mediática evidente”, sentencian los colaboradores del Pontífice alemán.

Cruce de acusaciones

Pocas horas después, Sarah sale a la palestra a través de su perfil personal en Twitter. “Esta noche doy las pruebas de mi estrecha colaboración con Benedicto XVI para escribir este texto a favor del celibato. Hablaré mañana si es necesario”, relata el purpurado, que adjunta tres imágenes de tres cartas del Papa emérito escritas a máquina y firmadas por él. En estas misivas, se corrobora que Ratzinger colaboró de alguna manera en el envío de unos textos al cardenal Sarah, pero no acabarían de confirmar si el Papa emérito dio su autorización expresa para publicarlos en un libro a cuatro manos ni conocería la versión definitiva de la obra conjunta.

Un día después, el cardenal volvía a insistir en que Ratzinger conocía todos los detalles del libro sobre el celibato. Lo hacía a través de un comunicado difundido a través de su cuenta de Twitter. “Benedicto XVI sabía que nuestro proyecto tomaría la forma de un libro”, aseguraba en el comunicado. Y añadía: “Perdono sinceramente a todos los que me han calumniado y quieren ponerme en contra del papa Francisco. Mi unión a Benedicto XVI sigue intacta y mi obediencia filial a Francisco es absoluta”.

El último capítulo tenía lugar horas después. El arzobispo Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia y secretario personal de Benedicto XVI, habría telefoneado al cardenal Robert Sarah, según pudo saber Darío Menor, vaticanista de Vida Nueva. Gänswein habría pedido al cardenal guineano que hablara con los editores del libro para que retiren el nombre del Papa emérito como coautor del volumen y de la introducción y la conclusión, que ambos firman a cuatro manos.

Según confirmaba el propio purpurado en Twitter, acata la petición. Considerando las controversias que provocaron la publicación del libro ‘Desde lo más profundo de nuestros corazones’, se decide que el autor del libro será para futuras publicaciones: Card. Sarah, con la contribución de Benedicto XVI. Sin embargo, el texto completo permanece sin cambios”, explicaba.

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