Julio Caldeira es sacerdote y misionero de la Consolata, “brasileño de nacimiento y panamazónico de adopción”, como suele presentarse. Ha vivido los últimos nueve años entre Colombia, Ecuador y Perú, como parte de la ‘Iglesia en salida’ que acompaña a las comunidades amazónicas e indígenas en sus territorios.
Su pasión por la Amazonía también ha estado presente en su itinerario académico. En el 2019 se graduó como magíster en comunicación, desarrollo y cambio social, con una tesis sobre “comunicación intercultural y cambio social en el Putumayo ecuatoriano”.
En los últimos años ha sido director de la Revista Dimensión Misionera (Colombia) y miembro del equipo de comunicaciones de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). Participó de la cobertura de prensa del Sínodo para la Amazonía en El Vaticano, y de las actividades de “Amazonía: Casa Común”, en Roma.
Desde enero de este año hace parte del secretariado ejecutivo de la REPAM y asumió la coordinación de comunicaciones de la red. “Todo hace parte de mi vocación y servicio misionero”, comenta en entrevista para Vida Nueva.
Pregunta.- ¿Qué significa para usted esta nueva misión en la REPAM?
Respuesta.- En primer lugar, siento como un llamado a compartir un servicio misionero comunicativo, para seguir construyendo una pastoral de conjunto entre las Iglesias locales, congregaciones, pastorales y entre los pueblos amazónicos y de otros biomas y redes eclesiales.
También viene a mi memoria un grandísimo agradecimiento a Daniela Andrade por todo el trabajo realizado en estos años y que continuará realizando desde el territorio amazónico. Asimismo, nace un sentimiento de seguir aprendiendo y fortaleciendo el espíritu sinodal de “caminar juntos”.
P.- ¿Cómo se sitúa la REPAM en esta etapa postsinodal?
R.- En su mensaje al finalizar el sínodo, la REPAM reconoce “que el sínodo es un proceso en marcha” y reafirma que “la fase post-asamblearia del Sínodo es la más importante. En ella como Iglesia en el territorio, como REPAM, y junto con los pueblos y comunidades, somos los principales responsables, debemos volver a quienes viven y esperan en el territorio. Llevar de regreso lo que ellos nos han confiado con sus vidas, esperanzas, gritos y alegrías, para seguir tejiendo juntos, ahora que comienza lo más importante”.
Como dijo el cardenal Hummes el mes pasado: “como REPAM debemos bajar de nuevo, dialogar de nuevo, volver a escuchar al pueblo, a las bases, para dialogar cómo haremos los nuevos caminos. No podemos construir juntos este proceso a través de decretos. En la Panamazonía se debe reconstruir la red, cuidar la red, fortalecer la red”.
Ahí está la REPAM: una de las responsables es la de regresar al territorio todo lo que se compartió en el proceso presinodal y sinodal, en esta etapa postsinodal, y seguir tejiendo juntos estos nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.
P.- ¿En qué consistirá su aporte en la secretaría de la REPAM?
R.- Vengo con mucha disponibilidad para seguir aprendiendo y apoyando en la coordinación y animación del equipo de trabajo comunicativo panamazónico, con el comité nuclear y ampliado, junto con todos los que quieran aportar a esta misión de comunicar.
Uno de los pedidos del sínodo fue “promover una cultura comunicativa que favorezca el diálogo, la cultura del encuentro y el cuidado de la casa común”. Y como dije anteriormente, espero aportar con mis dones y experiencia amazónica y comunicativa, especialmente en lo que se refiere a la comunicación intercultural y al camino que se viene realizando de ‘amazonizar el mundo’, o sea, ayudar a crear conciencia de la importancia de la Amazonía para toda la humanidad.
P.- Desde el punto de vista comunicativo, ¿por dónde avanza la propuesta de los padres sinodales en torno a una red de comunicación eclesial panamazónica?
R.- Creo que lo primero es reconocer y potenciar los espacios de comunicación ya existentes en la región, como han pedido los padres sinodales, y a partir de ahí trabajar por crear una red de comunicación eclesial panamazónica.
A partir del mapeo realizado en los últimos años, se identificó que en la Panamazonía existe más de mil medios de comunicación, demostrando que tenemos una gran potencialidad comunicativa en el territorio. Tenemos que reconocer muchos trabajos que se vienen realizando en red comunicativa, como los pueblos indígenas reunidos en la COICA, ALER (en su sección de la red panamazónica), SIGNIS, FOSPA, entre otros.
Como dijo el Documento Final del sínodo, “la REPAM puede colaborar en el asesoramiento y apoyo a los procesos formativos, seguimiento y fortalecimiento de la comunicación en la región panamazónica”. Y aquí estamos para esto: articular estas fuerzas y coordinar para que realicemos un trabajo en conjunto, desde una comunicación integral y no fragmentada.
Foto: Jaime Patías