“Como Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes (CEMI) nos toca muy de cerca esta temática que atropella a los más vulnerables de nuestra sociedad, sobre todo a los migrantes y a aquellas personas que son víctimas de este delito”. Así lo expresó el presidente de la misma, Hugo Salaberry, titular de la diócesis bonaerense de Azul.
El 8 de febrero, festividad de Santa Josefina Bakhita, es la fecha instituida por el Papa para la Jornada Internacional de oración y reflexión contra la trata. La invitación de la CEMI convoca a a rezar y a generar sensibilidad y conciencia sobre el tema de la trata y tráfico de personas. Ofrecen material para descargar: una oración y un subsidio para la vigilia de oración.
El llamado del Papa
Francisco hizo un llamado a toda la Iglesia en el año 2015. Convocó, sobre todo a los comprometidos con la temática, a ayudar a los esclavizados, abusados y explotados cuando son utilizados como recurso para el placer o el trabajo,
Y a quienes tienen responsabilidades de gobierno, los llamó a remover las causas de esta “vergonzosa plaga“. “Que cada uno de nosotros se sienta comprometido a ser portavoz de estos hermanos y hermanas nuestros, humillados en su dignidad”, expresó el Pontífice. Este año, el lema de la jornada es ‘Una luz contra la trata’.
Josefina Bakhita
Cuando era niña, Josefina fue secuestrada por los comerciantes árabes de esclavos. Luego, vendida en más de cinco oportunidades. Vivió doce años de esclavitud; fue revendida, y hasta regalada. Por el trauma de su secuestro, olvidó su nombre por lo que eligió el nombre de Bakhita, que en árabe significa suerte.
En Sudán, fue comprada por un diplomático que le devolvió la libertad. Ingresó a la Congregación de Hijas de La Caridad de Santa Magdalena de Canossa, donde tomó los hábitos en 1896, con el nombre de Sor Josefina. Josefina Bakhita se destacó por su amor a Cristo y la Eucaristía, y el servicio y entrega hacia los más pobres y vulnerables.