Cuando precisamente este 7 de febrero se cumplieron tres años del secuestro de la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, quien fue capturada en 2017 por el grupo terrorista Al Qaeda, mientras se encontraba en plena labor pastoral en la aldea de Karangasso, cerca de Koutiala, al norte de Malí, África Occidental, la 109ª Asamblea de obispos hizo un paréntesis para elevar sus plegarias para que el Señor toque el corazón de los secuestradores “y la hermana encuentre nuevamente la libertad”.
Con un sentido mensaje, en nombre del episcopado Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina – Tadó y miembro de la Comisión episcopal de animación y pastoral misionera, ha expresado: “No nos hemos olvidado de la hermana Gloria Cecilia Narváez” ni a la congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada –a la que pertenece– a quienes “tenemos particularmente presentes”.
Luego de un año sin saber nada de Gloria Cecilia, el 13 de julio de 2018 apareció un nuevo vídeo, donde sale prestando unos servicios de enfermería. Así lo dio a conocer Édgar Narváez, hermano de la monja, al diario El Tiempo.
El familiar nuevamente ha asomado la posibilidad de solicitar el apoyo a la Cancillería colombiana y al Vaticano como también de la Interpol a fin de lograr comunicación con el Ejército de Malí, que “haya alguna prueba de supervivencia y, por supuesto, la libertad para ella”.
Cabe recordar que sus captores luego de 5 meses del secuestro, en julio de 2017 dieron la primera fe de vida de la religiosa colombiana en un vídeo y la acusaron de “ayudar a los cruzados predicando el cristianismo y convertir a musulmanes a su religión. Ella y su congregación solo se proponen despojar a los musulmanes de Malí de sus creencias y reemplazarlas por falsedades”.
Foto: El Tiempo