El Vaticano presentará el próximo 12 de febrero la exhortación apostólica postsinodal del papa Francisco fruto del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, que ha titulado ‘Querida Amazonía’. Tras rumores e invenciones sobre la fecha de salida, que la situaban a finales de la semana pasada, y la publicación de supuestos extractos del texto papal, la Santa Sede ha convocado para el miércoles a los periodistas en la Sala de Prensa a las 13:00 horas.
Los encargados de presentar el texto magisterial al mundo son: el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos; el cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral; el P. Adelson Araújo dos Santos, teólogo y profesor de espiritualidad en la Pontificia Universidad Gregoriana; la hermana Augusta de Oliveira, vicaria general de las Siervas de María Reparadora; Carlos Nobre, Premio Nobel de Ciencias 2007; y David Martínez de Aguirre, obispo del vicariato de Puerto Maldonado (Perú).
La Santa Sede, que ya tenía el texto del Papa desde hace semanas, ha tardado en presentarla al mundo debido a la espera por las traducciones en los diversos idiomas. En su exhortación, Jorge Mario Bergoglio está llamado a responder a las 120 propuestas recogidas en el ‘Documento final’ del Sínodo celebrado en octubre con el objetivo de encontrar “nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
Ordenar a hombres casados
Entre las medidas, el ‘Documento final’ abría la puerta a la ordenación de hombres casados. Y es que, “en el marco de ‘Lumen gentium’ 26”, reclamaba la posibilidad de “ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica” (111). Este argumento recibió 128 votos a favor y 41 en contra., siendo el punto que más resistencia suscitó durante la Asamblea.
Aunque el ‘Documento final’ no pide explícitamente la aprobación del diaconado permanente femenino, sí lo hace de forma implícita al hacerse eco del alto número de consultas en el que se ha solicitado y deja en manos del Papa y de la comisión creada a tal efecto por Francisco “sus resultados” (103). Junto a esto, los padres sinodales sí reclaman que las mujeres “puedan recibir los ministerios del lectorado y acolitado, entre otros a ser desarrollados”, además de que “sea creado el ministerio instituido de ‘la mujer dirigente de la comunidad’”. Esta propuesta fue refrendada por 137 obispos, frente a 30 que se manifestaron entonces en contra.
Entre las medidas más mediáticas se encuentra también la de definir el pecado ecológico. Y es que los padres sinodales abogaron por incluir “el pecado ecológico” entre la lista de faltas para los cristianos. “Proponemos definir el pecado ecológico como una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente” (82), han aprobado los obispos del Sínodo. “Es un pecado contra las futuras generaciones y se manifiesta en actos y hábitos de contaminación y destrucción de la armonía del ambiente, transgresiones contra los principios de interdependencia y la ruptura de las redes de solidaridad entre las criaturas y contra la virtud de la justicia”, explicitaron.
Un organismo amazónico
La Asamblea también pidió instaurar un Organismo Eclesial Regional para la Amazonía. Una medida, que el Papa no tardó en acoger, de hecho, desde noviembre, sin esperar a tener la exhortación. La noticia saltó por sorpresa a las pocas horas de aterrizar Francisco en Tokio (donde permanecerá del sábado 23 al martes 26 de noviembre). Este es, por tanto, el primer fruto del Sínodo para la Amazonía. Se trata de un Consejo Especial que debe velar para que la protección de la tierra amazónica y de la dignidad de las comunidades que la pueblen no caigan en el olvido en Roma.
Hasta 16 son los miembros de los que cuenta el nuevo organismo vaticano: 13 de ellos son obispos salidos directamente de la asamblea sinodal (entre los que destacan referentes de la causa amazónica en la alta jerarquía eclesial, como el cardenal brasileño Cláudio Hummes o el cardenal peruano Pedro Barreto, habiendo también otros significativos nombres, como los de Erwin Kräutler, Rafael Cob o David Martínez de Aguirre).
Significativamente, los tres restantes, nombrados directamente por el Papa, no son obispos… ni sacerdotes. Son dos laicos y una religiosa, siendo dos de los tres mujeres, y que desempeñan un fuerte liderazgo en sus respectivas comunidades amazónicas. Se trata de la religiosa brasileña Laura Vicuña Pereira, de la líder indígena ecuatoriana Patricia Gualinga y el líder indígena peruano Delio Siticonatzi Camaiteri.
Denuncia de los “atentados” contra los indígenas
Por otro lado, el Papa también responderá a al propuesta de crear un rito amazónico propio. Junto a los 23 ritos existentes y reconocidos por la Iglesia universal, el Sínodo propuso “constituir una comisión competente para estudiar y dialogar, según usos y costumbres de los pueblos ancestrales, la elaboración de un rito amazónico que exprese el patrimonio litúrgico, teológico, disciplinario y espiritual amazónico” (119).
No se olvidará el Papa tampoco de recordar que la Iglesia es una voz principal de denuncia ante los “atentados” contra los indígenas y los pueblos originarios. De hecho, el ‘Documento final’ sentencia que “la Iglesia se compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador y ecocida” (46). Es más, se recuerda que “la defensa de la tierra no tiene otra finalidad que la defensa de la vida”.
