Este 2020 se conmemora un centenario muy especial. Será el 16 de mayo cuando los aficionados a la tauromaquia rindan honores, a los 100 años de su muerte, a José Gómez Ortega, Joselito ‘El Gallo’, considerado el Rey del Toreo y a quien el toro ‘Bailador’ arrebató la vida sobre la arena de la Plaza de Talavera de la Reina (Toledo), donde esa tarde coincidía con otro maestro igualmente llorado, Ignacio Sánchez Mejías, eternizando su dolor por él Federico García Lorca.
Este 16 de mayo se celebrará en todo el mundo la memoria del aún considerado como el torero más completo de la historia, pasando a la posteridad su rivalidad con Juan Belmonte (las tertulias de la época registraban apasionados debates entre gallistas y belmontistas). Y eso que se fue con apenas 25 años…
Pero, a buen seguro, donde el homenaje tendrá un eco especial será en su Sevilla. Y, concretamente, en el templo hispalense que alberga a la Macarena, a la que ‘Gallito’ guardaba una honda veneración, siendo miembro de su hermandad.
Fue tal el impacto por su muerte que la imagen de la Macarena, icono de la religiosidad hispalense, experimentó una excepción histórica: por primera y (por ahora) última vez, se vistió de riguroso luto. Fue dos semanas después, el 31 de mayo, cuando se celebraron las honras fúnebres en la iglesia. El funeral se había celebrado el día 21 en la catedral, llegando el 19 su cuerpo embalsamado a una Sevilla paralizada y expectante como pocas veces antes, con cientos de balcones mostrando el luto de la población.
En su ‘Canto a Sevilla’, López Alarcón supo elevar al cielo la esencia de la Macarena y de Joselito con estos sentidos versos: “Ven, pasajero, dobla la rodilla, / que en la Semana Santa de Sevilla, / porque ha muerto José, este año estrena / lágrimas de verdad la Macarena”.