El ex futbolista del Real Madrid hizo ayer una profesión de fe durante una nueva edición de los encuentros CEU Talks en Madrid, en la que impartió la conferencia “Cómo gestionar el éxito y el fracaso”.
“Dios me había mandado un hijo suyo en el vientre de mi mujer con dos hijas más y me lo había prestado un tiempo para que me diera cuenta que debía ser más humilde, más generoso, mejor persona y trasladar este mensaje”, expresó el guardameta al repasar su trayectoria personal y profesional.
“Mi hijo Santi nos dio una lección a todos; vino con nuestras otras dos hijas, que nos ayudaron a seguir ese duro camino que supuso su enfermedad”, expresó sobre el pequeño, fallecido en 2018 a causa de un cáncer infantil: “Santi enfermó, al mes siguiente entró en coma por un derrame cerebral y le operaron de emergencia. Cuando esperábamos el diagnóstico, el cirujano nos dijo que su cerebro estaba absolutamente afectado por el cáncer”.
Embajador de la Fundación para la investigación contra el cáncer infantil El Sueño de Vicky, Cañizares lanzó un grito de denuncia: “Los niños con cáncer no necesitan milagros, necesitan investigación”.
A partir de esta dura lucha con la enfermedad, el futbolista ofreció algunas lecciones de vida a los asistentes: “Si Santi se conformaba con tres o cuatro horas sin dolores para ser feliz, nosotros debemos aprovechar todo el tiempo que tenemos”. En esta misma línea, comentó: “Sé lo que mi hijo padeció, sufrió, luchó y cuando pienso en él me pregunto: ¿me voy a quejar de que está lloviendo hoy?”.
