Comienza su recorrido parlamentario uno de los acuerdos del pacto de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, la creación de “una Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida, así como la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, y su inclusión en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud”. Así, el Congreso de los Diputados ha aprobado este martes, 11 de febrero, la tramitación de la proposición de la ley de la eutanasia. Una medida que reconocerá el derecho a poner fin a la propia vida a aquellas personas que padezcan un sufrimiento físico o psiquíco insoportable y sin esperanzas de curación pero no se enfrenten a una muerte inminente.
Fracaso social
Una medida que ha recibido el respaldo de 201 diputados y que ha encontrado el rechazo de los 140 escaños del PP, UPN, Vox y Foro Asturias –así como las abstenciones del diputado de ‘Teruel Existe’ y un diputado de ERC, Joan Capdevila–. Por lo que la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia avanza formalmente desde este momento.
El diputado del PP José Ignacio Echániz ha criticado que la medida busca “recortar” los gastos sociales del los cuidados de los enfermos terminales o sin cura. Vox ha calificado la propuesta como un “reconocimiento del derecho a matar”. Ambos han acudido a un análisis del consejo de expertos que ha examinado las consecuencias de una medida similar en Holanda y que ha concluido que la ‘eutanasia libre’ ha sido un error social ya que en algunos casos el paciente no es el que decide con total libertad.
Para el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, es “doloroso” el inicio de la tramitación parlamentaria de la Ley de Eutanasia planteada por el Gobierno ya que va contra “la radical dignidad de la vida humana sin provocar la muerte de manera activa”. Declaraciones que realizó horas antes de la sesión parlamentaria.
Proceso parlamentario
La “proposición de ley orgánica de regulación de la eutanasia” consta de 19 artículos según se ha publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. Se presenta con el objetivo de “dar una respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista, a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia”, por lo que quiere legislar “para respetar la autonomía y voluntad de poner fin a la vida de quien está en una situación de enfermedad grave e incurable, o de una enfermedad grave, crónica e invalidante, padeciendo un sufrimiento insoportable que no puede ser aliviado en condiciones que considere aceptables”.
Por ello, “la ley regula y despenaliza la eutanasia en determinados supuestos, definidos claramente, y sujetos a garantías suficientes que salvaguarden la absoluta libertad de la decisión, descartando presión externa de cualquier índole”. Estos supuestos son los de “enfermedad grave e incurable o enfermedad grave, crónica e invalidante causantes de un sufrimiento físico o psíquico intolerables”.
La solicitud debe realizarse por escrito y estar firmada –dos veces en un plazo de 15 días– por el paciente en presencia de un médico. Esta petición podría revocarse en cualquier momento. La eutanasia se administrará con una sustancia letal recetada o administrada por el médico. Tras esta aprobación comienza el plazo para las enmiendas, el debate en el pleno, es estudio en comisión y el debate en el Pleno del Congreso –tendrá rango de ley orgánica– antes de comenzar su camino al Senado.
