Richard Bucci, párroco de Rhode Island, levantó bastantes críticas a principios de febrero al distribuir entre sus feligreses un documento en el que se negaba la comunión a los políticos que habían votado en 2019 a favor de una ley proabortista, detallando sus nombres. Esta semana, Bucci ha vuelto a ser noticia al reafirmarse en su decisión ante las preguntas de la NBC local, subrayando que, si bien algunos critican la postura de la Iglesia ante los abusos y, sin embargo, condene el aborto, “la pedofilia no ha matado a nadie, pero el aborto sí”.
“Hay más niños que han sido asesinados por el aborto que maltratados”, ha añadido Bucci en declaraciones al medio estadounidense, recogidas por Crux. “No sé qué más tengo que decir al respecto, esta es la enseñanza de la Iglesia, su Ley Canónica, el Concilio Vaticano II y el Primer Catecismo de la Iglesia. No sé qué más evidencia debería presentar”, ha añadido.
En el panfleto, distribuido en la Iglesia del Sagrado Corazón de West Warwick, Bucci exponía que “de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica durante 2000 años, los siguientes miembros de la legislatura no pueden recibir la Sagrada Comunión, como todos los oficiales del estado, así como los miembros del Congreso de Rhode Island”.
Quejas a la diócesis
Del mismo modo, el texto apunta que a los legisladores no se les permitiría ser testigos de un matrimonio, ni padrinos, ni tampoco participar en la liturgia eclesial. “Si están orgullosos de lo que han hecho, ¿por qué quieren mantenerlo en secreto?”, apuntó Bucci, justificando el por qué de poner los nombres de los políticos en el texto.
Por su parte, la representante estatal demócrata, Carol McEntee, ha pedido la renuncia del sacerdote y ha exigido al obispo de la diócesis, Thomas Tobin, que emita una disculpa. “Tanto el padre Bucci como el obispo Tobin deben recordar que la Constitución de los Estados Unidos requiere la separación de la iglesia y el estado“, dijo McEntee,
Sin embargo, la diócesis de Providence ha manifestado a los medios que el sacerdote ha tomado la decisión por su cuenta, sin consultar con el obispo, para distribuir el texto en su parroquia. De hecho, si bien desde el obispado manifiestan que Tobin no era conocedor de la iniciativa, el prelado “confía en sus pastores para tomar sus decisiones”.