Mientras llega la lista de bienes inmatriculados por la Iglesia, Carmen Calvo ya ha ido tomando cartas en todo lo referente a lo relacionado con las confesiones como vicepresidenta primera y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Por ello, en la sesión de control de este miércoles 12 de febrero, ha dado a entender que ya es un hecho que la Iglesia católica deberá pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de todos aquellos edificios que no están destinados directamente al culto.
En la primera comparecencia de la legislatura, Calvo ha dado cuenta de las medidas que se desarrollan con elle al frente de estas competencias asumidas tradicionalmente por el Ministerio de Justicia. Para logar la “neutralidad de los poderes del Estado”, la vicepresidenta socialista ha anunciado que la revisión de la fiscalidad, adaptando el IBI a las normas de Francia o Italia, donde no hace mucho se ha dado ese paso con las propiedades de titularidad eclesial que se destinan a otros fines como el alquiler de negocios o de viviendas.
Reunión con Añastro
Además, según ha publicado El Mundo, la vicepresidenta espera reunirse con la nueva presidencia de la Conferencia Episcopal una vez que finalice la asamblea plenaria de los obispos, que se celebrará del 2 al 6 de marzo. Y es que, como ha reiterado en alguna ocasión más, este tema está en conocimiento del Vaticano y ha alabado la “mejor disposición” entre las autoridades eclesiásticas.
Queda pendiente que se haga pública la letra pequeña de la medida, para saber si la exención del IBI llega más allá de los propios templos y se aplica a otro tipo de actuaciones no lucrativas de la Iglesia.