Vaticano

El cardenal Hummes no ve en la exhortación ‘Querida Amazonía’ de Francisco un portazo a la ordenación de hombres casados





“Este tema, como todos los otros, deberá ser trabajado ahora junto al Papa, en las instancias de la Santa Sede. Será retomado”. Así respondía ayer sobre la ordenación de hombres casados el cardenal Cláudio Hummes en rueda de prensa en Brasil tras presentarse la exhortación postinodal ‘Querida Amazonía’ del papa Francisco. El relator del Sínodo para la Región Panamazónica agregó también que “el Sínodo no es el final del proceso”.



El presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) no ve en la exhortación un portazo definitivo de Francisco a la cuestión de los denominados ‘viri probati’. En concreto, el prelado habla del punto 111 del ‘Documento final’ del Sínodo, que, pese a contar con el 76% de los votos afirmativos, fue el que menos apoyos reunió en las votaciones sinodales, siendo el único que se situó por debajo de la barrera del 80%.

“Muchas de las comunidades eclesiales del territorio amazónico tienen enormes dificultades para acceder a la Eucaristía. En ocasiones pasan no solo meses sino, incluso, varios años antes de que un sacerdote pueda regresar a una comunidad para celebrar la Eucaristía, ofrecer el sacramento de la reconciliación o ungir a los enfermos de la comunidad. Apreciamos el celibato como un don de Dios en la medida que este don permite al discípulo misionero, ordenado al presbiterado, dedicarse plenamente al servicio del Pueblo Santo de Dios. Estimula la caridad pastoral y rezamos para que haya muchas vocaciones que vivan el sacerdocio célibe”, indica este punto.

Por ello, “proponemos establecer criterios y disposiciones de parte de la autoridad competente de ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica”, concluye el apartado del ‘Documento final’.

“Los laicos podrán celebrar algunos sacramentos”

La realidad es que el papa Francisco reconoce en el punto 89 de su exhortación que “en las circunstancias específicas de la Amazonía, de manera especial en sus selvas y lugares más remotos, hay que encontrar un modo de asegurar ese ministerio sacerdotal”. Y continúa: “Los laicos podrán anunciar la Palabra, enseñar, organizar sus comunidades, celebrar algunos sacramentos, buscar distintos cauces para la piedad popular y desarrollar la multitud de dones que el Espíritu derrama en ellos. Pero necesitan la celebración de la Eucaristía porque ella ‘hace la Iglesia’. Si de verdad creemos que esto es así, es urgente evitar que los pueblos amazónicos estén privados de ese alimento de vida nueva y del sacramento del perdón”.

Y en el punto 90, sobre la “acuciante necesidad” de sacerdotes, exhorta “a todos los obispos, en especial a los de América Latina, no solo a promover la oración por las vocaciones sacerdotales, sino también a ser más generosos, orientando a los que muestran vocación misionera para que opten por la Amazonía. Al mismo tiempo, conviene revisar a fondo la estructura y el contenido tanto de la formación inicial como de la formación permanente de los presbíteros, para que adquieran las actitudes y capacidades que requiere el diálogo con las culturas amazónicas. Esta formación debe ser eminentemente pastoral y favorecer el desarrollo de la misericordia sacerdotal”.

No obstante, el purpurado se apoya en el hecho de que el Papa advierte en el comienzo de su exhortación que no desarrollara “todas las cuestiones abundantemente expuestas en el Documento conclusivo. No pretendo ni reemplazarlo ni repetirlo. Solo deseo aportar un breve marco de reflexión que encarne en la realidad amazónica una síntesis de algunas grandes preocupaciones que ya expresé en mis documentos anteriores y que ayude y oriente a una armoniosa, creativa y fructífera recepción de todo el camino sinodal”. Y añade: “He preferido no citar ese Documento en esta Exhortación, porque invito a leerlo íntegramente”.

“El Papa no cita nada para no decir que este punto es más importante o este debe ser rechazado”, explica el cardenal. “No habla de ningún punto y eso muestra que él aprecia todos porque son frutos del Sínodo, no son fruto de un pequeño grupo de teólogos sino de un Sínodo de la Iglesia. Todo aquello que el Sínodo decidió y aprobó tiene importancia”, agregó.

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