El laico toledano Isaac Martín Delgado se llevó el primer aplauso espontáneo del Congreso Nacional de Laicos que se celebra este fin de semana en Madrid. Durante el acto de apertura, el portavoz de la comisión organizadora del Congreso, tomó la palabra para explicar el objetivo de este foro y los desafíos que plantea este foro de encuentro.
“No somos laicos por defecto, sino por vocación”, aseguró el padre de familia, lo que provocó una ovación de los más de 2.000 participantes, entre obispos, sacerdote, religiosos y seglares. “Buscamos vivir plenamente la vocación que estamos viviendo tanto en la Iglesia como en el mundo. Sintámonos importantes como miembros de la Iglesia”, añadió.
Ser enlaces
“Dios nos quiere enviados en medio del mundo, convencido de que cada uno es necesario”, apuntó, para invitar a los cristianos presentes en el pabellón de la Pipa, a “ser enlaces entre lo que vamos a vivir estos días y nuestras comunidades de referencia”. “Depende de nosotros, tenemos la tarea de ser puente en lo que vamos a vivir para convertirnos en vasos comunicantes a los hombres y mujeres de lo que somos enviados”, insistió
Martín destacó que este foro es evento “histórico” para la Iglesia española, en tanto que no se reducirá al final en un “catálogo de actas”: “No hemos venido a escuchar ponencias, sino a trabajar contenidos”, señaló en relación a la metodología sinodal del encuentro basada en pequeños grupos de trabajo.
Necesidad de diálogo
Precisamente desde esa necesidad de diálogo para sacar adelante el trabajo de este fin de semana, lanzó una advertencia a los participantes: “Dejemos de lado los prejuicios y miedos. Podemos ser Iglesia unida desde la complementariedad”.
Martín subrayó que el congreso “no es un acto reivindicativo del protagonismo de los laicos, porque ese protagonismo lo hemos tenido en la preparación: hemos actuado con libertad y responsabilidad”, refiriéndose al documento preparatorio.
En esta misma línea, comentó que “no es una asamblea para exigir cambios en la Iglesia sino para asumir que tenemos que transformarlo nosotros”. “Hemos de cambiar cosas en nuestra Iglesia para estar en salida, pero en clave de sinodalidad y de escucha”, matizó.