España

Kevin Farrell reivindica “la plena participación de los laicos para evangelizar, gobernar y en lo social”

  • El ‘ministro’ vaticano para los laicos participa en el Congreso Nacional de Laicos que se celebra hasta el domingo en Madrid
  • Durante la sesión de apertura, el nuncio Bernardito Auza compartió el mensaje del Papa y alentó a trabajar por “la unión entre los pastores y el laicado, como signos de una Iglesia viva”
  • Toda la información sobre el Congreso Nacional de Laicos 2020





El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, quiere laicos que anuncien el Evangelio con alegría. Así lo manifestó en el acto de apertura del Congreso Nacional de Laicos ‘Pueblo de Dios en salida’, que arrancó esta tarde en Madrid y se clausurará el próximo domingo.



No podemos evangelizar tristemente, sino con gozo y esperanza”, subrayó Blázquez, convencido de que “cuando el Evangelio es acogido por una persona, vence la tristeza”.

Abrir las puertas

Desde ahí, deseó que el Congreso se convierta en “una irradiación en nuestras diócesis de lo que fue Pentecostés, que vence los medios y saca las personas abriendo las puertas para anunciar el Evangelio”. “Nos sentimos a gusto”, apostilló en tono coloquial.

El presidente del Episcopado, Ricardo Blázquez, en el Congreso de Laicos

El también arzobispo de Valladolid hizo hincapié en cómo el foro es “expresión de concordia eclesial y garantía de sinodalidad misionera”. Para Blázquez, “somos hijos de Dios, discípulos de Jesús, hermanos y misioneros”. “La unidad en el Señor fortalece nuestra debilidad para evangelizar en nuestro tiempo”, insistió.

Jesús como evangelizador

Evangelización es transmisión de la Buena Noticia, todo el Evangelio es Buena Noticia que brota del corazón del Padre que nos ama y Jesús es el evangelizador”, comentó sobre el objetivo último de este encuentro, concebido como “una de las acciones más importantes proyectadas en el plan pastoral de la Conferencia Episcopal”.

En este sentido, recomendó a los congresistas a vivirlo en clave de “escucha recíproca para elaborar líneas de actuación”. Así, explicó cómo este foro laical acoge “la metodología de los últimos sínodos de los obispos que han pasado de ser un acontecimiento puntual a un proceso con diversas etapas cuya cima es la asamblea sinodal”.

Iglesia viva

El presidente del Episcopado tomó la palabra ante setenta obispos, el nuncio Bernardito Auza y el prefecto del dicasterio para los laicos, Kevin Farrell. En su intervención, el embajador vaticano, leyó el mensaje del Papa enviado a los católicos españoles.

El nuncio Bernardito Auza, durante la lectura del mensaje papal

Además, Auza expresó que el congreso es para él “un fuerte aliciente por ver la unión entre los pastores y el laicado, como signos de una Iglesia viva”. Así, destacó de la comunidad cristiana española su “testimonio de fe en Jesús, amor a la Virgen y fidelidad al Papa”.

Sensibilización y formación

El cardenal Farrell felicitó a la Iglesia española por abrir este “proceso de sensibilización y formación para ayudar a todos los fieles bautizados a vivir su vocación y la tarea misionera que les espera”. Así, señaló que la apuesta por los seglares y la misión no es una moda del papa Francisco, sino que simplemente se trata de una invitación a “volver a la pureza de los orígenes del cristianismo que se caracterizó por la presencia de los fieles laicos”.

El ministro vaticano reivindicó “la plena participación en la vida y la misión de la Iglesia a la hora de evangelizar, gobernar y en el ámbito social”. “La formación de los laicos es hoy una prioridad para todo la Iglesia”, recalcó.

Signo de esperanza

Durante la sesión inaugural, también intervino el cardenal Carlos Osoro, como anfitrión.  El arzobispo de Madrid propuso a los asistentes ser “signos de esperanza que nos estimulen a vivir el compromiso laical en medio de las dificultades”.

El arzobispo de Madrid, anfitrión del Congreso de Laicos

“Debemos estar en los caminos por los que transitan los hombres”, comentó el arzobispo de Madrid, que pidió “tomar la inicativa sin miedo” para acercarse a los alejados y excluidos. “No dejemos al margen absolutamente a nadie”, subrayó.

A partir de ahí, recomendó a los presentes buscar “soluciones creativas” para promover la dignidad de las personas que con tanta hondura regala nuestro Señor Jesucristo”. “Tengamos el atrevimiento de tener sueños importantes”, alentó, al mismo tiempo que instó a plantear “una formación fuerte y renovada que viva la misión como un proceso”.

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