Entre las muchas valoraciones que se han vertido en las últimas horas sobre ‘Querida Amazonía’, no ha faltado la de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, aún en conversaciones con la Santa Sede para alcanzar un hipotético fin del cisma que le separa de Roma. En su página web, los lefebrvristas ofrecen un minucioso análisis del documento con el que Francisco culmina el camino iniciado en el Sínodo para la Amazonía.
Así, hay un detalle que les llama poderosamente la atención: “El ‘Instrumentum laboris’ del Sínodo, que recibió fuertes críticas incluso de algunos cardenales, también se menciona 11 veces, mientras que el ‘Documento Final’ no se cita ni una sola vez. El Papa explica: ‘Quiero presentar oficialmente ese ‘Documento’, que nos ofrece las conclusiones del Sínodo. (…) He preferido no citar ese ‘Documento’ en esta exhortación, porque invito a leerlo íntegramente (n. 3)’. Y agrega: ‘Dios quiera (…) que los pastores, consagrados, consagradas y fieles laicos de la Amazonía se empeñen en su aplicación (n. 4)’”.
En el alambre de la imprecisión
De ahí que los seguidores de Marcel Lefebvre avisen de que, “si bien el Papa no habla directamente sobre el delicado tema de los ‘viri probati’, presenta ‘oficialmente’ el ‘Documento’ que lo contiene e insta a los obispos a ‘aplicar’ lo que ha sido ratificado”. Esto es, la invitación a que se ordene a hombres casados cuya valía esté probada. Algo que, a su juicio, “mantiene una cierta imprecisión en esta cuestión, inquietante para el futuro”.
Tampoco entienden que Francisco se refiera a la Amazonía como un “espacio teológico”, pues “todas las criaturas nos hablan de Dios. Pero el Amazonas no goza de ninguna superioridad y, además, el misterio divino se descubre sobre todo en la revelación sobrenatural”.
La validez de la Pachamama
En cuanto a “la Pachamama” y a “las ceremonias escandalosas que tuvieron lugar en Roma durante el Sínodo para la Amazonía”, aunque el Papa no las cite expresamente, los lefebvristas observan que “un párrafo intenta defender su validez: ‘No nos apresuremos en calificar de superstición o de paganismo algunas expresiones religiosas que surgen espontáneamente de la vida de los pueblos. (…) Es posible recoger de alguna manera un símbolo indígena sin calificarlo necesariamente de idolatría (n. 78-79)’”.
El análisis de la exhortación concluye volviendo a incidir en el punto que más les preocupa: “Si bien Francisco no hace ningún gesto decisivo contra el celibato sacerdotal, tampoco lo defiende en modo alguno. Simplemente, se remite a lo que se votó en el Sínodo, es decir, a confiar a las conferencias amazónicas la tarea de implementar el ‘Documento final’. Por eso [esta frase final la destacan en cursiva], lejos de haber eliminado el peligro, permite que siga amenazando a la Iglesia”.
