“El Papa nos ha pedido a todos, y no solo a aquellos que viven en la Amazonía, que tomemos en la mano el ‘Documento final’ y, con la luz de la exhortación apostólica, lo leamos, apreciemos y, en la medida de lo posible, lo implementemos, según las diversas situaciones”.
El cardenal jesuita Michael Czerny, subsecretario de la Sección para los Migrantes y Refugiados del dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, asegura a Vida Nueva que, con la exhortación apostólica ‘Querida Amazonía’, Francisco “no cierra ninguna puerta” y muestra su “enamoramiento” con esta región.
Secretario especial del Sínodo Panamazónico del pasado octubre, Czerny invita a aterrizar el nuevo texto magisterial reflexionando sobre cuestiones como la globalización: “Me pregunto –dice– si hemos sometido nuestro teléfono móvil a un examen de conciencia. Es una experiencia que tal vez debamos afrontar para darnos cuenta de cómo su uso distorsiona la vida y somete a maneras de pensar muy estereotipadas”.
PREGUNTA.- ¿Cuál es el mensaje principal que, en su opinión, ofrece ‘Querida Amazonía’?
RESPUESTA.- El Papa acaba de publicar una carta de amor porque está enamorado de la Amazonía. Está tan enamorado que tiene cuatro sueños para la Amazonía. El primero es que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos. El segundo, que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana. Luego, está que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas.
Y, finalmente, que cuente con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonía, para regalar así a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos. Estos sueños son tan fuertes y completos que incluyen no solo las cosas bonitas, sino también los problemas, los sufrimientos y los enormes peligros que hay. Cuando uno comparte los sueños del Papa y su relación con la Amazonía, se siente invitado a compartir el amor. Pero también a compartir el compromiso y el sentido de que la amada nos necesita.
P.- ¿Hay aspectos de la exhortación apostólica que puedan aplicarse a otras regiones del mundo?
R.- Eso es lo interesante. Cada territorio tiene que preguntárselo. El Sínodo amazónico no tiene que decirle a otros lo que hay que hacer. Este Papa no ha dicho que esto o aquello es importante, sino que hay que leerlo todo. Si estás en Somalia, en Buenos Aires o en la Antártida y lo lees todo, entonces ves en qué medida todas estas cosas puedes aplicarlas.
P.- Para la parte de América Latina fuera de la región amazónica y para España, ¿qué ideas pueden sacar de este texto los católicos para aplicar a su vida cotidiana?
R.- Una cosa que va a llamar la atención de un católico español es la intensidad y la integridad de la vida que implica ser cristiano. Va a percibir que Cristo en la Iglesia le invita a una implicación que es mucho más completa de lo que normalmente llamamos ser buen católico.
P.- ¿Y eso mismo no se ha dicho ya muchas otras veces?
R.- Yo no lo había oído nunca tan bien dicho. En la exhortación está dicho con esta pasión que viene del enamoramiento. Mientras que antes tal vez tuvimos una impresión más en términos de regla.