“Necesitamos urgentemente activar los elementos regeneradores de lo más genuino de la fe cristiana”. Es el llamamiento lanzazo por el profesor de la Facultad de Teología de Cataluña, Xavier Morlans, en el Congreso Nacional de Laicos en el que participan más de 2.000 católicos para esbozar el futuro de la Iglesia española.
Morlans fue el responsable de motivar uno de los cuatro itinerarios de trabajo en los que se distribuyen hoy los congresistas para reflexionar sobre el primer anuncio, el acompañamiento, los procesos formativos y la presencia en la vida pública.
El teólogo se detuvo en ese primer anuncio con el fin de “propiciar nuevas y renovadas generaciones de un laicado que, con las diversas formas de apostolado organizado, llegue con garra evangelizadora a los ambientes cotidianos y ayude a la tan necesaria transformación de la sociedad en la dirección del Reino de Dios”.
Compromiso social y evangelizador
Para ello, planteó la necesidad de elaborar caminos de iniciación cristiana para adultos centrados en la oración de la Palabra, la vida en grupo, el acompañamiento personal, la formación catequética sistemática, la iniciación a los sacramento, la vivencia de la Iglesia como Pueblo de Dios, así como la llamada “salida misionera”, que define como “compromiso social y evangelizador”.
En esta línea, expresó como las familias, los centros educativos, la religiosidad popular y, fundamentalmente, el entorno cotidiano, puede ser escenarios para evangelizar hoy. “Como Pueblo de Dios, Iglesia, en salida, es necesario realizar un esfuerzo de imaginación y creatividad para poder ofrecer junto al mejor testimonio de amor, solidaridad y caridad efectiva, propuestas específicas de primer anuncio dirigidas a lo lejanos y a los alejados”, subrayó uno de los impulsores del ‘hospital de campaña’ creado en la iglesia barcelonesa de Santa Ana.
Transformación de la historia
En esta misma línea, Morlans, defendió que los laicos están llamados a protagonizar “la transformación de la historia por medio de las variadas formas de asociacionismo y compromiso cultural social y político”.
“Es en ese contexto secular donde los laicos y laicas ejercen pues a su manera la función sacerdotal, profética y real de Jesucristo, dando pie a una autentica mística del seguimiento de Cristo en el mundo”, argumentó.
